Política

Milei y el evangelismo: un aliado celestial

Por José Luis Gonzáles¨*. El Gobierno, vía decreto, le dio la personalidad jurídica a las iglesias evangélicas. Es un cambio clave, por el que habían luchado 30 años. Política y negocios.

El día en que Javier Milei asumió como Presidente de la Nación sucedió algo que no tiene registro en la democracia argentina. Es que en vez de que se celebrara solamente una misa cristiana en honor del mandatario entrante, como dicta la tradición, el 10 de diciembre de 2023 hubo seis credos distintos que rezaron por el libertario y dieron un discurso. Uno de los seis que habló fue el pastor Christian Hooft, el presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evengélicas (Aciera), la organización que nuclea a más de la mitad de estas iglesias en el país.

“En el nombre de Jesucristo, creemos que Argentina se levanta otra vez. ¡Argentina, levántate! ¡No temas, Argentina, levántate!”, fueron las palabras con las que Hooft cerró su discurso en el primer día del gobierno de Milei. Desde ese primer momento, la relación entre el evangelismo y esta administración no hizo más que afianzarse. Y ahora llegó al punto histórico, un cambio para el cual Aciera estuvo empujando y presionando, según sus propias palabras, “por 30 años”.

Creencias

Para el Presidente la religión es crucial. Se muestra lagrimeando en el Muro de los Lamentos, viajando a la tumba de un rabino en Nueva York, incorpora en sus discursos la idea de una batalla espiritual entre “el bien y el mal”, usa fragmentos del Antiguo Testamento o de La Torá para explicar acciones de su gobierno o se compara con figuras bíblicas como Moisés. Además de lo que aparece en la superficie, esta revista ha contado hasta dónde llega la íntima convicción del Presidente de creerse elegido por “el Uno”, como llama a Dios, con el que cree que puede dialogar mediante la intermediación de Conan, su perro muerto.

A todo esto Milei le sumó, en los últimos meses, una cercanía creciente con el evangelismo. El 5 de julio el Presidente viajó a Chaco, a inauguar “Portal del Cielo”, el templo evangélico más grande del país (entran 15 mil personas) que comanda el pastor pentecostal Jorge Ledesma, quien luego se haría famoso por su capacidad de realizar milagros a mansalva, entre los que figuran la capacidad de poder convertir pesos en dólares o relojes de plástico en unos de oro. Sin embargo, ese vínculo tuvo luego otro paso decisivo.

Es que, en los últimos días de julio, el Gobierno promovió el decreto 486/2025, donde se le otorga personalidad jurídica a las Iglesias Evangélicas. Aunque esta decisión trascendental no levantó demasiada polvareda, salvo para los involucrados, lo cierto es que es un antes y un después para el evangelismo. Hasta entonces todas las iglesias evangélicas eran, ante los ojos de la Justicia, lo mismo que un club de barrio o una agrupación de vecinos. Y como cualquiera de ellas debían presentar cada año su balance.

Eso es lo que acaba de cambiar: igual que la Iglesia Católica, gracias a este decreto, las evangélicas quedarán exentas de tener que presentar sus números ante la Justicia. Este cambio, en verdad, había sido establecido con la modificación del código civil en 2014, pero ningún gobierno lo había reglamentado. Hasta ahora.

Todos los pastores que convierten pesos en dólares podrán, seguramente, festejar con este cambio de normativa. Y no van a ser los únicos: el culto evangélico se sostiene con el aporte directo de los fieles, que donan durante los “servicios”. Eso, casi siempre, se hace en efectivo.

Política

No son los únicos cambios, y no solamente el gobierno de Milei está empujando las modificaciones. La Policía Bonaerense y la Policía de la Ciudad abrieron, ambas, una capillanía evangélica para los agentes de seguridad. Es la primera vez que sucede. No sólo eso: los que conocen cómo se mueve Aciera juran que el próximo paso de la organización es lograr instalar una capillanía evangélica dentro de las Fuerzas Armadas, institución históricamente ligada a la Santa Sede del Vaticano.

Todo esto tiene un trasfondo: según un estudio del Conicet de 2019, el 15,3 por ciento de la población argentina profesa la fe evangélica. Son más de siete millones de personas. En 2008, la cifra era del 9 por ciento. El crecimiento es del 70%. A falta de un nuevo estudio, Aciera calcula que hoy el 20% de Argentina es evangélico. De hecho, en el arranque del Gobierno, el ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello hizo algo sin precedentes: mientras que eliminaba vínculos con las organizaciones sociales, firmó un convenio de $177 millones con Aciera por asistencia alimentaria.

El oficialismo tiene evangélicos en sus filas. El caso más resonante es el de la pastora Nadia Márquez. Luego de covnertirse en diputada, Aciera nombró a su padre, Hugo, como prosecretario de la institución. El vínculo crece.

*Revista Noticias

AGP

Editor: EM