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Vélez Sarsfield Campeón de la Liga, Boca a la Libertadores

(AGP Deportes).- El Fortín de Quinteros se bancó la presión de las finales perdidas, aplastó al Globo de Kudelka y se coronó en el Amalfitani. Aquino, la gran figura de la noche y Damián Fernández marcaron los dos goles de la victoria. Un vez más Huracán se queda con las manos vacías.

No se quedó sin nafta. No sintió el peso de las dos finales perdidas en el año. No se dejó atormentar por los fantasmas de la recta final. Vélez hizo lo que tenía que hacer en la última fecha: jugar al fútbol como durante todo el campeonato y ganar el título que merecía. Y lo hizo sin titubeos y sin piedad ante un Huracán que estuvo lejísimos de ser el equipo que llegó al epílogo del torneo con chances de campeonar. Esta vez no hubo polémicas ni pelotas escondidas. Con un 2 a 0 sentenciado en un tiempo, el Vélez de Gustavo Quinteros aplastó al Globo de Frank Darío Kudelka y coronó en el José Amalfitani un 2024 en el que no podía quedarse con las manos vacías.

Vélez lo ganó desde el semblante inicial. La postura del equipo local fue siempre al de un campeón, la de un grupo de jugadores que tenían en claro que ya no había un mañana, que era ahora o nada. Y Huracán no lo entendió así. O, al menos, no lo demostró o no pudo hacerlo. Anímica y futbolísticamente, Vélez fue superior. Y lo reflejó en el resultado en el primer tiempo con un contundente 2 a 0 justificado por el ímpetu pero, sobre todo, por su fútbol.

Vélez volvió a ser el Vélez que pasaba a todos por arriba después de la resaca de la Copa América celebrada por la Scaloneta a mitad de año en Estados Unidos. A pesar del golpazo en Santa Fe en la final de la Copa Argentina ante Central Córdoba, el Fortín se presentó sin grietas en el césped de un Amalfitani al que los nervios le duraron un suspiro porque apenas empezó el partido la tranquilidad se instaló entre los hinchas que se dieron cuenta que los goles serían cuestión de tiempo.

Porque, contrariamente a lo que se podía pensar en la previa, el que pareció jugar con el miedo atándole las piernas fue el Globo y no Vélez, que tendría toda la presión de su gente y de saber que dependía de sí mismo para alcanzar el título. Huracán apenas pudo apelar a los envíos aéreos, que, además, carecieron de precisión. Por eso, Tomás Marchiori no la pasó nada mal y fue por varios tramos un mero espectador disfrutando desde atrás de su equipo que dominaba y metía a los de Parque de los Patricios en su área.

Claudio Aquino también volvió a ser el Aquinito intratable, ese al que hay que bajarlo con faltas porque se escurre con la pelota como una ardilla con una avellana. Cada vez que la agarró el ’22’ de Vélez, la noche se iluminó para el dueño de casa. Huracán la veía pasar y para colmo, después de una salvada en el área chica, Fernando Tobio pidió el cambio por lesión.

Los de Liniers se agigantaron y transformaron toda su supremacía en goles. Aquino hizo el suyo. Tuvo la revancha de una jugada anterior en la que Galíndez, en modo Dibu Martínez, le había tapado una pelota imposible. Braian Romero habilitó a Maher Carrizo, que picó entre Guillermo Burdisso y César Ibáñez. Les ganó a los dos y le dijo “tomá y hacelo” a Aquino, que metió el rebote después de un primer remate que sacó Galíndez. Hubo suspenso por un posible offside, pero desde el VAR dieron luz verde al 1 a 0.

El segundo también lo tuvo a Aquino, pero como iniciador. El volante fue inteligente en jugar rápido hacia el costado un tiro libre en el que la visita se durmió. Francisco Pizzini desbordó por izquierda y la completaron los dos defensores centrales: primero le pegó Valentín Gómez, otra vez la sacó Galíndez con rebote y ahí definió Damián Fernández habilitado.

Bastaron 45 minutos. Huracán no reaccionó en ningún momento del complemento. Y todo fue un gran repertorio velezano, con Aquino en su máxima expresión, con los pibes del club disfrutando después de pasar momentos complicados hace poco más de un año, con el delirio del barrio de Liniers y el “ole, ole” como cancionero de cada sucesión de toques de su equipo. Pudo haber sido más abultado el triunfo, pero con eso fue suficiente porque desde Córdoba, para mayor calma de Quinteros y compañía, llegaban las noticias de la derrota de Talleres, el otro candidato.

AGP Deportes

Editor: EM