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Un estudio revela que crece el pesimismo y la decepción entre los votantes jóvenes de Milei 

La consultora política, Viviana Isasi, señaló que, según encuestas recientes, el segmento joven que ayudó a que Javier Milei llegue a la presidencia, empieza a percibir expectativas negativas en el Gobierno actual que se alejan de la esperanza que se mantenía a inicios de la gestión. «El segmento joven está teniendo un 60% de negatividad», afirmó.

La socia de la Consultora Isasi-Burdman, especializada en la investigación sobre las juventudes, Viviana Isasi, sostuvo que si bien la juventud fue “un elemento clave para que Milei llegara a la presidencia”, actualmente “están mirando muy negativamente cómo va a terminar este año”. “Tenemos datos llamativos respecto a lo que es el crecimiento del pesimismo que tiene el segmento sub 35”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TVRadio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Viviana Isasi es socia de la Consultora Isasi-Burdman, consultora internacional en comunicación política, investigadora de juventudes, magíster en Comunicación Institucional y doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Belgrano. Además, es integrante de la Red de Politólogas y de la Consultora Converse

La juventud está adoptando un rol fundamental en el gobierno de Javier Milei, el mismo que adoptó durante la campaña del actual presidente que lo llevó a sentarse en el sillón de Rivadavia. ¿Los jóvenes que apoyaron a Javier Milei, lo continúan apoyando?

Justamente tenemos números recientes sobre mediciones que hicimos entre el 8 y el 11 de junio, y tenemos datos llamativos respecto a lo que es el crecimiento del pesimismo que tiene el segmento sub 35, de 35 años para abajo. Lo segmentamos así porque el 40% del padrón en Argentina son personas de menos de 35 años, entonces me parece más gravitante poder mirarlo así.

El pesimismo crece, hay un segmento que tiene la brújula totalmente rota, hay un 59% que piensa que a fin de año vamos a estar peor que ahora. El segmento joven está teniendo un 60% de negatividad. Lo que hay que ver acá es que realmente algo se ha roto en esta generación, que además ha sufrido la crisis económica, política y cultural. Son nacidos de esta época, pero también están mirando muy negativamente cómo va a terminar este año. 

¿Esta encuesta es comparable con alguna anterior para poder medir el grado de evolución de esa tendencia?

Ahí está la clave, la juventud fue un segmento clave para que Milei llegara a la presidencia, y la palabra que más representa al segmento era “esperanza”, tenían grandes expectativas. Sin embargo, ahora está teniendo negatividad, hay un 60% de pesimismo, con proyección negativa. Estas expectativas tan negativas es el dato comparado con estudios anteriores que está dando un resultado distinto.

¿Hay alguna diferencia de género?

Eso también es clave, siempre se dijo que mayoritariamente los libertarios son varones. Ahora no lo vemos tan así, no estamos notando tantas diferencias entre hombres y mujeres, pero sí es verdad que los movimientos libertarios son una tendencia que interpela más a los varones. 

En Europa pasa algo comparativo con el segmento joven varonil. Si uno va al hueso sobre cómo fueron las campañas en un país como Alemania, donde hubo una alarma sobre el crecimiento que tuvieron los partidos de extrema derecha, podemos ver que la campaña que hizo el candidato Maximilian Krah refleja en su discurso ideas orientadas hacia un público masculino con la idea de que “los varones de verdad son libertarios”, es una tendencia que se ha tomado para usar en las campañas políticas. 

¿A qué puede obedecer el cambio de perspectiva entre los más jóvenes con los no tan jóvenes? Yo hago una conjetura muy silvestre, sobre aquella frase que señala que lo que se aprende rápido, rápido se olvida, de la mayor velocidad que producen las pasiones tanto para la alegría como para la tristeza.

Eso está realmente atinado. Nosotros asesoramos a sindicatos que tienen este problema sobre que no pueden conectar con los trabajadores sub 30 porque tienen otros intereses y otras agendas, y hay un quiebre de la relación laboral, muchos dicen que no quieren defender derechos laborales, que se sienten autónomos. 

Hay un quiebre de representatividad con el sindicato. Uno de los temas tiene que ver con eso que acabas de mencionar, ¿cómo le explicás a una generación sobre la defensa de un derecho que es imaginado? Hubo un quiebre de la representatividad de la relación laboral porque se falló de las dos partes, entonces cuando le tenés que explicar que eso es importante, para ellos son imaginarios, no hay una experiencia propia vivida como para que eso pueda tener una valoración. 

¿Cómo le explicás a un trabajador que siempre ha sido hijo de la precarización laboral que en realidad debe tener una lealtad hacia su empleador? Lo mismo del otro lado, el empleador no confía en un nuevo empleado porque creen que la capacitación que puedan dar va a ser útil para otra empresa por la idea de que al año de trabajo los empleados deciden irse, no tienen una continuidad. 

Este quiebre de relación entre los lazos leales que antes sí eran valorados de un lado y del otro, hace que cuando uno se para a hablar con este segmento, la conversación esté más orientada a la imaginación y no a las experiencias vividas.

Fuente: Perfil / Editor EM