Opinión

¿Ángeles… o seres extraterrestres?

(Por Dr. Antonio Las Heras). -Al analizar el fenómeno OVNI, invariablemente aparece la asociación de objetos voladores y seres extraterrestres con pasajes de la Biblia. ¿Es cierto que en las Sagradas Escrituras se señala el contacto de los humanos de la antigüedad con habitantes de otros mundos?

Hay numerosas hipótesis que nos ocuparemos de analizar en este artículo, al margen de creencias religiosas.  

En el Génesis (capitulo 5°) se encuentra lo siguiente: “Enoch desaparece”, y se hace referencia luego a que “Dios lo trasladó”. En el mismo capítulo puede leerse: “El Señor lo llevo al Paraíso y no apareció ya sobre la Tierra”.

Enoch (a veces transcrito como Enoc, Enoq o Henoc) es u personaje del Antigüo Testamento  aparece como primogénito de Caín; quien construyó una ciudad a la que le puso el nombre de Enoc para celebrar su nacimiento.

En el libro IV de los Reyes, capitulo 2°, leemos: “He aquí que un carro de fuego, con caballos también de fuego, separa de repente al uno del otro (a Elías de Eliseo, quienes venían caminando juntos) y Elías subió al cielo en un torbellino”. En el Libro Eclesiástico (capitulo 48) también aparece lo ocurrido con Elías: “Tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego…”

Elías es un profeta hebreo que habría vivido en el siglo IX a. J. a quien se le representa dirigiendo una escuela de profetas conocida como «los hijos de los profetas», lo que otros llamarían una “escuela iniciática” o “escuela de sabiduría.”

Las preguntas son elementales para cualquier investigador: ¿A dónde fueron llevados Elías y Enoch? ¿En qué nuevo lugar se encuentran?

Veamos qué es lo que nos enseñan reconocidos intérpretes de la Biblia. San Ambrosio, en el Tratado de la Trinidad, indica que Enoch – lo mismo que Elías –fue trasladado en un carro de fuego y llevado al misterio de los ángeles. Coincide con esto San Juan Crisóstomo, y añade: “Ahí se encuentran en cuerpo y al alma.” Aclara además que ese lugar desconocido está “fuera del mundo”. La aclaración de que está “en cuerpo y alma” resulta muy interesante, puesto que – entonces – no es una referencia a un espacio espiritual sino, concretamente, a un lugar físico donde Henoch está en persona, de la misma manera que antes lo hubo estado en el planeta Tierra.

En el Libro de los Hebreos, del Antiguo Testamento, se dice: “Dios le traslado (a Henoch) a otra parte que no se sabe”. También se menciona, en la versión original en hebrero de la Biblia, que no fue llevado al paraíso. Se dice que fue “transferido”. Nuevamente, la pregunta: ¿A dónde? 

San Agustín plantea dos posibilidades: el “Jardín del Edén” (y allí “comen igual que Adán en el Paraíso”, o “en algún otro lugar”.

Otros estudiosos de la Biblia refieren más casos similares. Uno de ellos es el de San Pablo, quien –según algunos – habría sido llevado al “tercer cielo” y, según otros, al “Paraíso”, dónde se encuentra con Elías y Enoch.     

Otro interrogante: ¿Dónde está situado el Paraíso en cuestión? Las tradiciones más remotas (Egipto, Babilonia, Grecia Romay la India, por ejemplo) mencionan el lugar de muchas maneras: morada de los bienaventurados o el país de las perpetuas delicias, entre otros. Según la enciclopedia Espasa Calpe, “el Paraíso es uno de los elementos básicos de todas las religiones en su conjunto”. San Ambrosio y San Gerónimo indican que el paraíso está ubicado en el “tercer cielo”, mientras el escritor Moisés Bacefa opina: “El Paraíso está situado en una tierra diferente de la nuestra, no por su naturaleza sino por su pureza y elevación.” 

Uno de los más grandes teólogos y jesuitas del siglo XX, el sacerdote jesuita y cardenal francés Jean Danielou (1905/1974), quien, por lo demás, fuera uno de los teólogos más importantes del Concilio Vaticano II, asegura: “La Teología admite, sin duda alguna, la existencia fuera de la Humanidad de seres pensantes”. Esto lo señala en su libro titulado “Sobre la espiritualidad de los ángeles”, y cita también lo siguiente: “Cuando los hijos de los hombres se multiplicaron, en aquellos días les nacieron hijas graciosas y bellas, y `los ángeles hijos del cielo` las vieron y las desearon y se dijeron unos a otros: `vamos, escojamos mujeres de entre los hombres y engendremos hijos`”. Así nacieron los mentados gigantes que son mencionados en el Antigüo Testamento.  

El sacerdote jesuita español Salvador Freixedo (1923/2019), en su libro “Extraterrestres y creencias religiosas” comenta: “Basados en palabras de la Biblia, tenemos muchas razones para creer que los ángeles no son aquellos seres etéreos, místicos y alados (la Biblia muy raramente los presenta con alas). Tienen una existencia muy concreta y son unas personas a las que podríamos llamar de carne y hueso.”  

Hemos, hasta aquí, aludido a numerosos escritos y podrían extraer algunas conclusiones. En principio suponer la identificación de los ángeles con seres extraterrestres. Luego habría que considerar al “misterio de los ángeles” como entidades inteligentes, muy evolucionadas, provenientes de algún otro planeta. Paralelamente, ese mencionado “Paraíso” localizado “fuera de este mundo”, debería estar haciendo referencia a otros posibles mundos habitados. ¿Enoch y Elías fueron llevados a otros planetas en vehículos dirigidos por entidades inteligentes nacidas en otros planetas que visitaron a la Tierra hace milenios?  Como hemos observado, existen elementos para no negar esta hipótesis.   

Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social, parapsicólogo, filósofo e historiador. “Qué hay detrás de los OVNIS?”, es su más reciente libro. www.antoniolasheras.com