Policiales

El dueño de las armas halladas en Palermo: “Soy tirador y coleccionista, todo está registrado y guardado según la ley”

Sebastián Mochkovsky hablo con distintos medios desde su casa en el exterior.

La noticia inundó los medios durante todo el jueves: mientras combatían un incendio en un edificio de la calle Salguero al 2200 bomberos de la ciudad irrumpieron en un departamento vacío, en el que había un «arsenal» de casi cien armas.

El escuadrón antibombas de la Policía porteña intervino para registrar y desactivar eventual munición peligrosa, porque entre escopetas, pistolas y cuchillos había algunas granadas de mano, incluida una perteneciente a la organización Montoneros, por supuesto de factura irregular.

La fiscalía abrió un expediente por posible «acopio de armas» y «tenencia ilegal de armas de guerra», mientras crecía el misterio sobre su dueño. Con el correr de la mañana, se supo que el propietario del inmueble es Jorge Mochkovsky, uno de los creadores de la legendaria casa de juegos marplatense Sacoa.

Pero las armas no son de él, sino de su hijo Sebastián, que vive en el exterior y accedió a atender a Patagonia Rebelde Digital para dar sus explicaciones.

-¿Quién es el dueño de las armas que descubrió la policía en medio de un incendio?

-El dueño de las armas soy yo. El incendio generó que los bomberos entren al área en la que estaba el siniestro, y revisando -me imagino- las otras habitaciones del departamento habrán visto la habitación de las armas, que están en un cuarto con puerta blindada -como manda la ley- y un placard cerrado con dos candados. Violentaron esos seguros -todavía no entiendo por qué- y encontraron mi colección.

-¿Cuándo comenzó a coleccionar armas?

-Yo practico tiro desde los 22 años, y tengo 53. Me inicié con dos calibres y cuando me empezó a gustar el deporte del tiro comencé a comprar más. Con los años fui armando mi propia colección.

-¿Por qué estaban en ese lugar?

-El RENAR (ex Registro Nacional de Armas) pide que haya un lugar de guarda oficial, controlado, para que las armas estén seguras. Y ese es el departamento en el que vivimos nosotros, que fue fiscalizado, controlado y aprobado por el RENAR (ahora se llama ANMAC, Agencia Nacional de Materiales Controlados). Chequearon que yo tengo mis credenciales y las cartillas de consumo de munición para mis calibres y para ese acopio de municiones.

-¿Cuántas armas, granadas y accesorios guarda?

-Guardo unas 92 armas. Tengo dos granadas y cuatro proyectiles que se lanzan con fusiles FAL. No tengo FAL, solamente esas seis unidades que me las regalaron y están desactivadas. Así me las dieron a mí: la persona que me las regaló me dijo «esto está desactivado». Y tengo accesorios como cuchillos de caza, de asado, navajas, cortaplumas. En mi juventud también me regalaron una espada china, y tengo la jeringa que usaba la Caballería del Ejército Argentino, una pieza muy bonita de los años 50 en su caja original, que está impecable.

-La tenencia y uso de las armas está regulado por el Estado: ¿Qué documentos y pruebas tiene usted para justificar la colección?

-Tengo la credencial de legítimo usuario de armas, con vencimiento el año que viene. Además, la respectiva credencial de todas las armas que tengo, emitida por la ANMAC.

-En estas horas se habló de algunos elementos de su colección supuestamente ilegales, como silenciadores. ¿Cómo puede explicarlo?

-Cuando yo compré algunas de las armas, los silenciadores vinieron adentro de la funda o cobertor del arma, yo los puse a un costado y no los usé nunca. Mala mía que no las tiré, pero nunca fueron colocados en las armas.

-Otro de los elementos que llamó la atención es una granada de Montoneros. ¿Cómo llegó a usted?

-Esas granadas me las regalaron junto con otras cosas, un hacha, la jeringa del Ejército de la que te hablé. Así como las recibí las guardé y las encontraron.

-¿Usa las armas de su colección?

-Uso casi todas las armas que tengo, ahora no tanto como antes. Algunas están en estado original, como salieron de fábrica, con cero tiro. Esas nunca tendrán munición en recámara, porque perderián el valor que yo le doy.

-¿Además de coleccionar armas usted practica tiro? ¿Puede comprobarlo?

-Sí, fui múltiple campeón en varias disciplinas y tengo mis trofeos y medallas para acreditarlo. Además, tengo el diploma de idoneidad en el manejo de armas de fuego, que me fue otorgado hace muchos años, cuando comencé con la disciplina. A los profesionales de esto nos obsesiona lo mismo: tener control y seguridad absolutos en un arma de fuego.

-Si como usted afirma, la colección y las condiciones de su guarda son legales, ¿por qué cree que el hallazgo causó escándalo?

-La colección y su condición de guarda son totalmente legales, lo repito otra vez porque es muy importante que quede claro. ¿El escándalo? Bueno, la gente se habrá sorprendido ante la aparición de una colección de un número importante de armas. Yo vi colecciones mucho más grandes que la mía, aunque a mucha gente le suene increíble, para los coleccionistas la mía es una colección pequeña. Lo sí es importante destacar es que, si hay un ente regulador, la persona que tiene armas respete y siga las normativas que esa oficina establece, para evitar cualquier tipo de riesgo o de accidente. En mi carácter de tirador siempre fui extremadamente cuidadoso con el movimiento y el manejo de las armas y las municiones. Y en mi casa siempre se respetó el arma, tenía hijos pequeños y ahora adolescentes, y ellos nunca tuvieron acceso a un arma.

-¿Alguna autoridad judicial se puso en contacto con usted?

-No conmigo, pero mi abogada está en contacto con el Poder Judicial para dar todas las explicaciones y exhibir todos los documentos que sean pertinentes, como corresponde.

Fuente: Clarín /Claudio Savoia