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La foto que renovó la esperanza de un padre y la búsqueda para encontrar al asesino de su hijo

Camilo Caupolicán Escobar (27) fue asesinado de un disparo en Caballito, en 2019. La Justicia publicó una foto y videos para identificar al sospechoso.

Una foto renovó la esperanza de un padre para encontrar al asesino de su hijo. Es que hace más de cinco años que no sabe quién mató a su hijo Camilo Caupolicán Escobar (23). El joven había ido a comprar marihuana en una casa de Caballito cuando recibió un disparo mortal en el pecho por parte de una persona que dijo ser policía. A pesar de que hubo testigos y hasta detenidos, no se conoce hasta el momento la identidad del homicida.

Me renueva la esperanza. Esperamos que haya alguna persona que lo reconozca, que recuerde si fue con él a la escuela o lo conoce del club, y ve que mató a un pibe, lo denuncie”. De esta manera Oscar Escobar (68) le dijo a Clarín que sueña con encontrar a quien en la noche del 10 de enero de 2019 asesinó a su hijo.

La investigación estableció que Camilo se encontraba en una casa de la calle Neuquén al 1200, adonde había ido a comprar cogollos de marihuana junto con un conocido, identificado con las iniciales A.T.V. A los pocos minutos llegó el sospechoso –mencionado en el expediente como “Martín”-, quien al entrar al domicilio se identificó como policía y sacó una pistola 9 milímetros.

En ese momento, les ordenó que levantaran las manos y se tiraran al suelo. Camilo no le hizo caso e intentó escapar del lugar, pero el acusado se paró frente a la puerta de la vivienda y bloqueó la salida.

Camilo tomó una botella de vidrio y le pegó a “Martín” en la cabeza. El golpe produjo un profundo corte y la caída de un diente al joven, quien apuntó al pecho con el arma de fuego y disparó.

Luego de pegarle un tiro en el pecho a Camilo, el atacante se fue rápidamente del lugar. Allí dejó la motocicleta con la que llegó, según se supo en la investigación. Esa misma moto fue recuperada por el sospechoso en medio de los oficiales que estaban haciendo las pericias del hecho. Nadie le preguntó quién era y por qué se la llevaba, ni escucharon a uno de los principales testigos que lo señaló como quién disparó.

Qué pasó realmente

Luego, a través del análisis de las cámaras de seguridad, se observó cómo el sospechoso “Matías” llegó al lugar junto a A.T.V., quien ingresó primero. Según la familia de Camilo, dos jóvenes -identificados como L.C y N.C-, eran quienes fueron a comprar, pero en su lugar apareció el sospechoso, un supuesto primo de uno de ellos.

“Iban a mexicanearles lo que fuera a comprar Camilo. Estaba arreglado con el dueño de la casa”, expresó una fuente vinculada al expediente. Luego del crimen, A.T.V. se escapó del lugar y a las pocas horas viajó a Perú. Oscar tuvo que convencerlo y pagarle el pasaje para que se presente a declarar.

“Vio absolutamente todo, lo dejaron ir a la casa. Cuando le pagué el pasaje vino y declaró durante ocho horas en la fiscalía. Dijo que no se va a olvidar jamás de la cara del asesino y si lo detienen, lo va a reconocer. La Justicia le creyó solo una parte”, expresó Oscar, en diálogo con este medio.

La investigación

El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 50 comenzó a investigar la causa junto a la Fiscalía N° 9. “El juzgado planchó la causa y al tiempo se declaró incompetente. Ahora está a cargo de la secretaria Valeria Persac, del Juzgado N° 3, a quien le agradecemos su empatía y eficiencia porque fue quien solicitó más medidas”, reconoció Oscar.

El hombre relató que a los pocos días del crimen separaron a los oficiales de calle de la investigación y pusieron a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad. La principal hipótesis de los investigadores es que el sospechoso es parte de una fuerza de seguridad o tiene contacto en ella.

“Es grave. Nos dijeron que podría llegar a ver algo de cobertura porque siempre la policía llegaba tarde, por lo que creemos que había filtraciones adentro. Hubo una connivencia. Además, por su habilidad, tiró con precisión”, sostuvo Oscar, acompañado de su abogado Mario Perriconi de Matthaeis.

Dos procesados, clave en la causa

Durante los primeros meses de investigación se escucharon testigos, se hicieron careos, se analizaron redes sociales, comunicaciones telefónicas, e intervinieron dependencias especiales Ministerio Público de la Nación encargadas del acompañamiento a la familia de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DovicC), de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri) y de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip), según informó el sitio Fiscales.gob.ar.

También se analizaron cámaras de seguridad públicas y privadas, de donde se extrajeron imágenes en los que se ve al sospechoso llegar al lugar en moto, luego caminando con el principal testigo. Mediante un software de la Gendarmería Nacional se logró mejorar el rostro del presunto homicida.

En agosto de 2019 el Juzgado procesó a L.C y N.C. por considerarlos partícipes necesarios del homicidio agravado de Escobar. Para la Justicia, ambos habían acordado el encuentro con la víctima y su amigo al que concurrió el autor del homicidio. Finalmente, la Sala V de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional dictó la falta de mérito respecto de los dos hombres y ordenó su libertad.

Creemos que el asesino tiene control y presencia sobre L.C. No solo son amigos, es por una cuestión de seguridad mutua. No los une el amor sino el espanto. L.C. es clave por su vinculación con el homicida”, afirmó Escobar.

En tanto, el Programa Nacional de Recompensas del Ministerio de Seguridad de la Nación fijó una recompensa de cuatro millones de pesos para quienes aporten datos útiles que permitan lograr la detención del autor material del homicidio de Camilo.

«Como última novedad le solicitamos a la fiscalía que hiciera un afiche para que esté en los aeropuertos, en las estaciones de trenes o de subte, para que los policías o el que la vea pueda comparar algún transeúnte con la foto. Lamentablemente la fiscalía me mandó a que yo suba las cosas a las redes», contó Oscar.

Por último, recordó a su hijo: “A Camilo le gustaba jugar al fútbol. En el jardín de infantes me dijeron que era un niño prodigio, porque le enseñaron “El romance de la luna”, la poesía de Federico García Lorca. Se la acordaba de memoria. Era muy tímido. Esa poesía la escuchaba desde la panza de la madre”.

Fuente: Clarín /AGP

Editor: EM

SC