Sr. Presidente: Usted no tiene legitimidad para intentarlo
(Por Manuel Aguirre).- En medio del caos político y económico que azota a Argentina, es necesario
analizar con mayor detenimiento las propuestas del entonces candidato Milei y
su impacto en nuestro país.
En medio del caos político y económico que azota a Argentina, es necesario
analizar con mayor detenimiento las propuestas del entonces candidato Milei y
su impacto en nuestro país. Si bien se entiende la necesidad de adoptar medidas
drásticas para enderezar la economía, resulta alarmante la forma en que estas
propuestas se extienden más allá de lo económico, generando consecuencias
negativas en otros aspectos fundamentales de nuestra sociedad.
El cierre de empresas deficitarias y la simplificación de trámites aduaneros
pueden ser medidas razonables para revitalizar la economía. Sin embargo, al
arancelar la Universidad para extranjeros y alterar el sistema de elección de
diputados nacionales, favoreciendo a las zonas más pobladas en detrimento de
las provincias alejadas, se evidencia una falta de legitimidad. Estas propuestas no
cuentan con el respaldo de la mayoría que se expresó en las últimas elecciones.
Pero las preocupaciones no terminan ahí. Las reformas laborales propuestas, que
mayoritariamente favorecen a los empleadores, y la idea de internación
compulsiva para presuntos insanos, plantean serias dudas sobre el rumbo que se
pretende imponer en nuestra sociedad. Estas medidas transformarían nuestra
realidad social en algo que nunca fue debatido ni sometido a consulta popular.
Además, la propuesta de divorcio sin tribunales y sucesiones solo con escribanos,
además de facilitar maniobras fraudulentas, resultarían inaplicables y erosionarían
el significado mismo del matrimonio.
Detrás de estas propuestas se esconde un Presidente que se presenta como un
ferviente defensor del liberalismo económico, pero en realidad lo que se
propone es un país descristianizado y centralizado, donde la lógica del mercado
es el único motor del progreso. Se desdibujan los valores históricos, el
federalismo y la importancia de la familia.
La UCR, como partido tradicional, defiende estos valores fundamentales y
rechaza las ideas postmodernas que han demostrado, en la historia y en el
mundo, que cuando el dinero y el lucro se convierten en los motores del
progreso, se crea una sociedad egoísta, carente de sentido de pertenencia y
comunidad. No deseamos una Argentina sin corazón, sin alma ni moral.
Una crisis económica no justifica borrar nuestra historia y aspirar a ser un mero
ducado como Luxemburgo, donde grandes fortunas tienen sede pero no se
genera nada.
Hoy lanzo una advertencia contundente: si estas propuestas se imponen, es muy
probable que el Presidente Milei busque una reforma constitucional para
blindarse de posibles retrocesos. Será inevitable. Además, la ostentación de su
estudio de la Torá y las menciones religiosas son meras estrategias para imponer
un esquema postmoderno que diluye las contradicciones, prometiendo un
paraíso liberal con beneficios ficticios, mientras menosprecia al ser humano real,
que debería ser el auténtico destinatario de la política, la economía y todas las
acciones humanas.
Señor Presidente, los cambios que busca implementar no fueron discutidos
durante el proceso electoral y, por lo tanto, carecen de legitimidad por parte del
56% de los votantes que lo respaldaron. Jamás tuvo la honestidad de exponer
claramente, como candidato, que su objetivo era una reforma política
antifederal.
Hoy, marco un límite. Espero que tenga la prudencia de no intentar rebasarlo.
Manuel Aguirre
DIPUTADO NACIONAL POR CORRIENTES
SECRETARIO GENERAL BLOQUE UCR DIPUTADOS