«Acá hubo una mano asesina»: entre lágrimas y denuncias de maltrato, así fue el primer mes del juicio por la muerte de bebés en Córdoba
Durante las primeras semanas declararon Brenda Agüero, la principal acusada, y otros de los imputados, así como los padres de las víctimas. La causa investigó el fallecimiento súbito de cinco recién nacidos.
Dos años después de la denuncia, el pasado 6 de enero comenzó el juicio por la muerte de cinco bebés recién nacidos en el hospital neonatal de la Ciudad de Córdoba. El proceso, que cuenta con once personas en el banquillo, tiene como principal imputada a la enfermera Brenda Agüero, acusada de haber inyectado potasio a los niños, quien se encuentra detenida desde agosto de 2022.
El juicio inició luego de que la Cámara de Acusación rechazara las últimas apelaciones presentadas por los imputados del caso. Entre los acusados se encuentran la enfermera, señalada de haberles provocado un cuadro de hiperpotasemia a los bebés que resultó fatal, médicos y exfuncionarios del hospital. Las audiencias se llevaron a cabo en la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba, a cargo de los magistrados Patricia Soria, José Daniel Cesano y Laura Huberman, y con los fiscales Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini. Además, en el caso se aplicó el sistema de juicio por jurados populares.
Los hechos investigados abarcan entre marzo y junio de 2022, período en que cinco bebés recién nacidos murieron de forma repentina sin haber tenido ninguna complicación al momento del alumbramiento. En ese lapso, otros ocho niños tuvieron los mismos síntomas, pero lograron recuperarse.
La enfermera Brenda Agüero se enfrenta a cargos por «homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado» por los cinco bebés fallecidos, a lo que se suma el delito de «tentativa de homicidio» por los otro ocho afectados. También está detenida la exdirectora del hospital Liliana Asís, acusada de «encubrimiento agravado, falsedad ideológica y omisión de deberes de funcionaria pública«.
Asimismo, se encuentran señalados por encubrimiento e incumplimiento de deberes el exministro de Salud de la provincia, Diego Cardozo; la exvicedirectora Claudia Ringelheim; la exjefa de enfermería del hospital, Alicia Beatriz Ariza; el médico Pablo Miguel Carvajal; el exsubdirector de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud, Julio Alejandro Tomás Escudero Salama; la neonatóloga María Alejandra Luján; la médica Adriana Moralez; la exjefa de Neonatología del hospital Marta Gómez y el exsecretario de Legales del Ministerio de Salud, Alejandro Gauto.
El debate se va a extender hasta mediados de junio y durante las audiencias declararán cientos de testigos, entre ellos, los padres de las víctimas y de los ocho sobrevivientes. En enero, se realizaron cuatro jornadas semanales, mientras que en febrero serán tres las audiencias. En todas, el Tribunal dictaminó que los acusados estén presentes.
La primera semana del juicio tuvo como principales protagonistas a la supuesta autora material de los homicidios, Agüero, y a los exfuncionarios Cardozo y Asís, entre otros, quienes pronunciaron sus primeras palabras en el marco del proceso judicial, así como algunas de las madres y padres de las víctimas.
El exministro Diego Cardozo rompió el silencio en los minutos previos al juicio: «Soy totalmente inocente»
Minutos antes del inicio del juicio, el exministro de Salud provincial Diego Cardozo rompió el silencio y aseguró que es «inocente». “He mantenido un silencio respetuoso durante estos dos años y medio principalmente por respeto a las mamás, por respeto a la Justicia para que actúe cómo tiene que ser. Y después porque no anduve bien durante todo este año con mi salud”, explicó el exfuncionario.
«Uno de acuerdo a la formación que trae, hay momentos para hablar, hay momentos para hacer silencio, reflexionar, pensar. Y sin lugar a dudas el momento de la discusión es ahora», agregó en declaraciones a Mitre Córdoba. Asimismo, expresó que «lo único» que se puede reprochar «es no haber podido hablar con las mamás y poderles contar de mi boca cómo fueron los acontecimientos en lo que a mí me refiere». «Es lo único que me puedo reprochar para el día de hoy», enfatizó, y subrayó: «Soy totalmente inocente a todas las acusaciones que ha hecho el fiscal Garzón».
Cardozo está imputado en la causa como presunto autor de «encubrimiento doblemente calificado por la gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionario público«. Al ser consultado sobre cuándo había tomado conocimientos de los hechos, respondió: «Todo eso es en cierto modo tema de discusión en el juicio, pero concretamente el día que yo tomo conocimiento es el día martes 7 de junio del 2022».
«Todo es materia de discusión. Para eso está el juicio, para presentar todos los elementos que uno tiene y para presentar. El tema principal en esta causa es esclarecer qué pasó con las criaturas, todo el resto es secundario. Lo que tanto de mi parte como la sociedad y las madres necesitan saber es qué pasó con el deceso de cinco chicos y la mala evolución de otros ocho», concluyó el exministro de Salud de la provincia de Córdoba.
Brenda Agüero, la principal acusada, ratificó su inocencia: «Hoy no podría volver a tocar a un niño«
Durante su declaración, la enfermera Brenda Agüero habló frente al jurado popular y al tribunal, y reconoció que hubo muertes de bebés, pero ratificó su inocencia, a la par que aseguró que «hoy no podría volver a tocar a un niño». Sumado a esto, a lo largo de la primera semana, se mostró frente a las cámaras de televisión con un ataque de llanto y angustia.
«Las muertes de los bebés existieron, de eso no hay duda, pero no puede ser que me sigan bombardeando a mí como la culpable de todo eso«, sostuvo sobre la persecución y el hostigamiento que padece. Además, aseguró que hoy en día no puede volver a hacer lo que tanto quería a nivel profesional: «Hice de todo por entrar a un área que hoy no podría trabajar. No puedo creer que el lugar por el que tanto luché para entrar, el lugar que tanto amaba me arruinó la vida».
Y agregó: «Me hicieron muchísimo daño. Salieron a decir un montón de cosas que no eran ciertas. Salieron a decir que era paciente psiquiátrica. Me hicieron ocho pericias, en ninguna de esas salió nada de lo que decían«.
Asimismo, apuntó contra la prensa por la «imagen» en su contra: «No entiendo cómo una persona sana que nunca tuvo problemas, que de
pronto salga a matar. Los periodistas inventaron esa imagen, gracias a eso yo me veo en ese contexto, eso tiene que quedar en claro». «Nunca jamás le hice daño a nadie y mucho menos a un niño, de hecho siempre luché por ingresar a un lugar donde pudiera atender a esos pacientes, a Neonatología», enfatizó.
El fiscal Raúl Garzón, junto con su equipo, concluyeron que Agüero inyectó insulina y potasio a los recién nacidos minutos después del parto para «detectar los síntomas antes que sus colegas» y así «sobresalir». Esto provocó que cinco bebés fallecieran, mientras que otros ocho logren sobrevivir, pero resulten con secuelas de por vida.
Por su parte, la exdirectora del Hospital Neonatal se presentó en la segunda jornada del juicio, aunque no respondió preguntas. «No me vean como víctima. Hay experiencias que no son fáciles. Nunca en mi vida me imaginé tener que pasar esta situación, ser tratada como una criminal después de dedicar una vida al trabajo. Cada estamento que pasé fue trabajando. No me lo regalaron», expresó Liliana Asís.
Las declaraciones de otras médicas imputadas: «Acá hubo una mano asesina»
Otras de las acusadas que declararon fueron Adriana Moralez, que coordinaba el Comité de Seguridad del Paciente en ese hospital y fue la primera en advertir que ocurría algo raro en neonatología, y Claudia Ringelheim, especialista en Obstetricia y Tocoginecología.
A su turno, Moralez aseguró: «No tengo dudas de que acá hubo una mano asesina. Necesito que se sepa quién mató a esos niños. Si la que está acusada como principal sospechosa es o no es, ¿quién fue?». «Yo sentí que me corrió frío por la espalda por los casos nuevos y yo tuve la sensación de que esto era de causa intencional sumado a comentarios que ya nos venían haciendo sobre una enfermera muy atenta, cuidadosa, que alertaba sobre los casos», añadió. «El Hospital Materno Neonatal es excelente y nos tuvo que pasar esto. No es cierto que era una mugre, que ahí se experimentaban medicamentos», indicó.
En tanto, Ringhelheim aseguró que «jamás» vio a Agüero, aclarando que la conoció en el juicio. «Hasta los mismos neonatólogos no supieron por qué fallecieron los niños. Pero sí puedo decir que los niños que sobrevivieron fue por los esfuerzos de neonatología. No me cabe la menor duda», subrayó.
«El hospital era un estupor, una tristeza, un horror. Pregunto cómo estaban esos niños. Seguían en terapia. Que habían fallecido dos. Trato de hablar con la doctora Asís. Vamos todos de Obstetricia y nos dijeron que la doctora Asís y el doctor Salama estaban haciendo las denuncias correspondientes. No los pude ver a ninguno de los dos», continuó.
«Me dijeron que si mi hijo moría era mi culpa» y «La mataron cruelmente»: los testimonios de los padres de las víctimas
El primer mes también contó con los desgarradores testimonios de los padres de las víctimas, siendo que incluso una de las mamás describió que intentó suicidarse tres veces «para encontrar una salida» luego de perder a su hijo. Una de las personas que habló fue Damaris Bustamante, madre de Benjamín, que perdió la vida. Durante su declaración, denunció violencia obstétrica y negligencia: “Me hicieron esperar, pedí que mi mamá estuviera conmigo, pero me dijeron que ya estaba grande para eso. Cuando pedí una cesárea, me respondieron: ‘Aguantatela. Si te gustó lo dulce, aguantate lo amargo’«.
Sobre Agüero, relató: «Entró hablando de sus perros y al verme gritar dijo: ‘¿Qué le pasa a esta?’. Me tomó del brazo y me acusó de ser egoísta, que si mi hijo moría era mi culpa”. «Me cerraron una cortina y dijeron que cuando se me pasara lo loca, me atenderían (…) Lo acaricié, lo canté, pero después lo llevaron y me dijeron que había tenido un paro cardiaco», continuó. «Cuando fui a terapia intensiva, lo vi en una cunita de vidrio. Le agarré la mano y le pedí mucho a Dios. Era hermoso, su piel era lo más suave que había tocado. No entiendo qué pasó, porque él estaba bien cuando lo amamanté», contó.
“Cuando vi la foto de Brenda en los medios, supe que era ella la que me había maltratado. Dejé de sentir culpa y empecé a pensar que alguien había matado a mi hijo. A Benja no me lo van a devolver, pero quiero que pague quien tenga que pagar. Nos arruinaron la vida. Aunque vuelva a ser mamá, Benja no vuelve más», concluyó.
A su turno, Yoselín Rojas, madre de Angeline, otra de las fallecidas, aseguró que la principal acusada los «miraba de una forma extraña, como de reojo. Era una mirada fría». «Los médicos nos dijeron que era inexplicable», indicó, y subrayó que a su hija «la mataron cruelmente». «Hoy conté mi verdad por todos los bebés asesinados. Eran inocentes y no merecían morir así. A nosotros nos hicieron creer que nada pasaba, cuando estaban pasando tantas cosas. Es un dolor grande. Vivimos ahora con ese dolor de por vida”, planteó.
También habló la madre del primer bebé muerto en el Hospital Neonatal, Vanessa Cáceres, quien brindó un conmovedor testimonio. «Nos mostraban a la persona que estaban acusando y al mismo tiempo nos metían en la Casa de Gobierno; entré descompuesta, fui vomitando en el camino. El gobernador, en teoría, no sabía nada. La verdad es que yo sinceramente no creo que no hayan sabido», expresó.
Además, apuntó tanto contra el establecimiento médico como contra el Ministerio de Salud de Córdoba: «Nunca me ofrecieron ayuda psicológica. Con las madres no tuvieron respeto. Nos dejaron solas, desde el Ministerio, desde el hospital. Si no hubiéramos puesto el cuerpo, nada de esto hubiera sucedido».
«Cuando me entregan su ropa, la parte de arriba desapareció, nunca nos la entregaron, y la ranita tenía una mancha de sangre. Después nos enteramos de que le habían puesto la vitamina en una pierna y la mancha apareció en la otra. Quién desvistió a nuestro hijo, ¿no se dieron cuenta? Nos mintieron diciendo que era algo excepcional», cuestionó.
Y agregó: «Le reventaron el corazón. El corazón de mi hijo estaba totalmente destruido. Los médicos no entendían qué había causado el problema cardiaco. Necesito entender qué pasó. Hay cosas que no me quedan claras».
Asimismo, le pidió al jurado que «tenga algo de sentimiento»: «En esta causa faltó humanidad, nos dejaron desamparadas creyendo una historia que no existía. Creyeron que era un hospital público y que trataban con gente ignorante. Ahora están todos cuidándose por saber qué día empezó todo. Les pido a los presentes que tengan humanidad, muchos de ustedes son padres. No puede ser que se olviden de la parte humana».
Otro de los relatos que mayor conmoción generaron fue el de Brisa M., quien contó que su hija «tenía un pinchazo en la espalda y exceso de potasio». «A la bebé le pusimos ropita rosa y un enterito de plush verde agua. A la tarde cuando la cambié, le encontré un punto rojo atrás y sangre en la ropita. Pensé que la habían limpiado mal», relató, a la par que añadió que el padre de la niña, que está privado de libertad, «no volvió a ser el mismo» después del hecho, siendo que intentó suicidarse tres veces.
«Tengo miedo de que aparezca algo nuevo»: el relato de los padres de los sobrevivientes
Dentro de los testigos, también declararon los padres de los bebés que lograron sobrevivir. Una de las madres, Ludmila T., contó que, tres días antes de que su hija cumpliera un mes, le dieron convulsiones. «No era muy normal. En el Neonatal le hicieron estudios y la mandaron al Infantil para hacer una resonancia. Me dijeron que tenía secuelas de cuando estuvo internada”, detalló, y describió que, en la actualidad, la niña «toma medicación para las convulsiones. Solo dice mamá y papá, tiene problemitas en las piernas, muchos que no son normales”.
La mamá de otro de los sobrevivientes reconoció a Agüero. «La reconozco a Brenda Agüero. Sí, la reconozco. Era Brenda Agüero. Te reconozco perfectamente. La toco a la bebé y estaba helada. Tenía las uñitas moradas. Yo te pregunté si era normal que ella se pusiera fría. Te acercaste, la llevaste y no me diste explicación de más nada», manifestó, hablándole a la principal acusada. Sobre las repercusiones en la salud de la nena, indicó que su hija «hoy en día está bien y sin secuelas», aunque tiene «miedo que a medida que pasen los años, aparezca algo nuevo».
Gabriela G., otra de las madres, contó que la principal acusada le pidió a la recién nacida para ponerla en la cuna y que «la bebé gritó fuerte» cuando se la entregó: «Cuando se la doy, hace tres pasos. Y ella con la bebé en la manta hace un movimiento. Cuando me da la espalda, la bebé gritó fuerte. ‘Qué le hiciste’, le dije. Ella se puso colorada. La otra chica, su compañera le dice dámela y le dice ´Es con vos que lloran los bebés´ y la calma”.
«Me dijo ´Espera que le reviso el pañal´. Ella no lo revisó, le metió la mano por arriba y la bebé volvió a gritar. Ella se va de la sala y al rato vuelve con una doctora que me dice que me van a sacar la bebé para controlarla. Se la llevó”, añadió.
«Recién pude ver a mi hija a las 9 de la noche porque insistí. Ahí la vi a I. con cables, morada de la cintura para abajo, tenía oxígeno, las piernitas se le hacían para arriba y se desplomaban. Yo le pregunté por qué hacía así y el doctor me dijo es normal, es un reflejo. No dije nada en ese momento. Ese reflejo era porque se estaba muriendo«, explicó sobre el estado de su hija.
Fuente: Perfil /AGP
Editor: EM