Sergio Maravilla Martínez y Antonio Las Heras: un diálogo imperdible
El campeón mundial Sergio Maravilla y Antonio Las Heras protagonizaron una charla imperdible que Diario Popular reproduce en este informe.
Aprovechando una breve estadía en la Argentina, el reconocido boxeador Sergio Maravilla Martínez – previa a su nueva pelea por el título mundial, que tendrá lugar el 25 de noviembre en Alemania – se reunió con su amigo, el destacado investigador y escritor Antonio Las Heras.
Entre los muchos temas tratados durante la reunión, conversaron sobre la importancia que tiene el pensamiento positivo para la concreción de éxitos. Que es, precisamente, el tema que aborda uno de los más recientes libros de Las Heras, titulado “Atrévete a vivir en plenitud.”
Diario Popular fue testigo de esa charla que hoy reproducimos para que todos puedan aprovechar los consejos de un verdadero campeón mundial y ejemplo de superación personal como Maravilla Martínez y del destacado y premiado investigador Antonio Las heras.
Dos expertos analizan el valor del pensamiento positivo
– Antonio Las Heras: Estábamos hablando de algo que nos interesa mucho. Cual es la importancia del pensamiento positivo para tener éxito; para conseguir convertirse en el número uno de una actividad, de una profesión. En tu caso, nada menos que convertirte en campeón del mundo.
– Maravilla Martínez: Bueno, la verdad, entiendo que es vital tener un pensamiento positivo. Vital. Primero hay que partir de esa base de que no se puede ser campeón creyendo que no lo vas a hacer. No se puede dar siquiera un paso. Dicho esto, agrego que tan importante como tener el pensamiento positivo es tener la certeza de que uno tiene que dar el paso adelante; saber que uno tiene que enfocarse en una meta. El saber centrar el foco de atención mental en el objetivo y, en base, a eso sabiendo que uno tiene ese pensamiento positivo que te va acompañar. Me gusta aclarar que esto no es motivación. Con motivación, con fuerza de voluntad no alcanza, no es suficiente. Se trata de estar, diariamente, comprometido con ese objetivo que uno está dispuesto a lograr.
– Hay que ser un poco atrevido para eso. Yo publiqué mi libro con el título “Atrévete a vivir en plenitud “, y utilicé esa palabra “atrévete” por que estoy convencido que para poder vivir en plenitud hay que ser atrevido. Ni suicida, ni arriesgado. De lo que es trata es de atreverse. ¿Estás de acuerdo?
– Totalmente. Ser atrevido, atrevido con muchas cosas. No sólo con el deseo. No sólo con los sueños. También con dar los pasos, los pasos que tienen que ser efectivos. Siempre comento que no hay nada peor que un inútil motivado. Si una persona que está motivada y cree que va atravesar la Muralla China saltando simplemente, queriendo, con eso no alcanza: no va a poder. Se va a frustrar.
– Con querer no alcanza, es importantísimo tener en cuenta eso. Uno está tan habituado a escuchar frases tales como: “Es que yo quería…” Quería pero no hizo lo necesario para concretar lo que buscaba.
Exacto. Con querer no alcanza. Por eso el pensamiento positivo tiene ir acompañado de acción; de la acción correcta también, bien guiada, y de guiarnos nos tenemos que encargar nosotros mismos. Estoy seguro que es importantísimo saber que uno tiene que tener formación, tiene que tener información recuperar y ganar. Atender a todos esos detallitos que no pueden quedar librados al azar. Uno tiene que tener toda la información necesaria para determinar cuáles son los pasos a seguir que te permitirán, realmente, alcanzar el éxito que estas buscando. Y quiero agregar que tu libro “Atrévete a vivir en plenitud”, que he leído, es muy útil para quienes estén iniciándose en esto del pensamiento positivo y la concreción de logros anhelados.
– Entiendo que hay que subrayar esto que dices sobre la importancia que hay que darle a los pequeños detalles. En general la gente suele tener en cuenta la cosa en grande; para hacer esto o aquello; pero los pequeños detalles siempre cuentan. En mis cursos y talleres de desarrollo del poder mental y creación de pensamiento positivo, les reitero a los alumnos que una columna, capaz de sostener la estructura de un gran edifico, tiene que estar compuesta por la justa proporción de pequeñísimos granos de arena. Si no se atiende a ese detalle… ¡no hay edificio que resista!
– Totalmente. Claro. Uno, a veces ve, por ejemplo en mi caso, se suele ver que llegué a Campeón del Mundo; y eso es algo extraordinario. Pero no es de un día para el otro. Es un proceso que yo necesité para llegar a convertirme en Campeón del Mundo. Es hacer, cada cosita pequeña, cada día de entrenamiento, cada ejercicio, cada cosa chiquitita, hacerla de manera extraordinaria eso es, no es hacer una cosa grande. Una cosa grande se construye de un montón de pequeñitas, pequeñitos, pequeñitos detalles. Hacerlo de manera extraordinaria. Si uno es consciente de eso, todo cuesta menos, todo duele menos, porque uno se da cuenta de lo que va a venir, uno tiene bien en claro con qué se enfrenta. Entonces vas encarando el camino que es doloroso por supuesto, que es cansador y que es estresante; por supuesto, pero ya lo sabemos.
– Es muy interesante lo que dijiste. Tomar consciencia de que para lograr algo extraordinario, llegar a una meta extraordinaria, tengo que llevar una vida extraordinaria. Una vida normal no me va a permitir logros extraordinarios. Hay un sabio y antiguo refrán que dice: “Una situación extraordinaria requiere decisiones extraordinarias.”
– ¡Claro! Una persona normal no puede hacer cosas extraordinarias si sigue viviendo dentro de la normalidad. Dentro de la llamada “normalidad” no vamos a conseguir eso porque para lograr cosas extraordinarias hay que atreverse a llevar adelante una vida extraordinaria. Lo bueno es que hay que hacer cositas chiquitas, tampoco es que yo todos los días tengo que subir el Everest. No, no, pero para subir el Everest me puedo preparar, me puedo entrenar todo los días un poquitito y dentro de un par de años puedo hacerlo.
– De eso se trata la vida, de levantarse cada mañana dispuesto a concretar pequeñas realizaciones con el fin de obtener lo extraordinario. Me trae a la memoria aquella sabia sentencia china: “Un camino de mil kilómetros comienza con el primer paso.”