NOTA DE LA SEMANA

“Tata” Yofre: “El kirchnerismo dejó la SIDE con un alto nivel de ignorancia y una visión sesgada de los años 70”

El periodista y escritor esta semana fue nombrado director de la Escuela Nacional de Inteligencia (INE). Confirmó que asume con el aval de Karina Milei y Santiago Caputo y reveló anécdotas de su gestión al frente de la SIDE en 1989. Sostuvo que Menem y Milei comparten el mismo nivel de «determinación»

Juan Bautista “Tata” Yofre (77 años) fue nombrado esta semana director de la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI) de la rebautizada SIDE, antes Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Yofre conoce muy bien “la casa” ya que la dirigió como titular -”Señor 5” en la jerga interna- en los primeros meses de 1989 designado por el ex presidente Carlos Menem. El periodista y escritor consideró que el kirchnerismo dejó con un alto grado de “ignorancia” en la formación de espías y analistas de la SIDE y adelantó que dejará de enseñar el relato sesgado K sobre la violencia de los 70.

Yofre, orgulloso del autógrafo que le dedicó Ronnie Wood de los Rolling Stone y las astillas de acero del crucero alemán Graf Spee que le regalaron, reveló que fue convocado por el flamante titular del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA) Alejandro Colombo y luego confirmado por el titular de la SIDE, Sergio Neiffert. Y que su nombramiento fue validado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y el asesor presidencial, Santiago Caputo.

En una entrevista con Clarín en su departamento de Barrio Norte rodeado de una enorme biblioteca y Cds sobre música countrie, reveló anécdotas como, por ejemplo, cuando asumió al frente de la SIDE en 1989 y le trajeron su “ficha” personal para congraciarse. Por otra parte, afirmó que Menem y el presidente Javier Milei tienen “la misma determinación” para tomar decisiones duras. Y negó haberse robado archivos de la SIDE para escribir su libros.

La siguiente es una síntesis de la entrevista:

– Usted participó del vídeo del gobierno de Milei por el aniversario del golpe del 24 de marzo de 1976 y ahora sorpresivamente lo nombraron el director de la ENI. ¿Quién fue que lo convocó para ocupar este cargo y cuál fueron las circunstancias en que decidió aceptarlo?

– (Recostado en un sillón) Mi participación en el video del 24 de marzo se puede explicar dado el conocimiento que tienen de mi los chicos que siguen a Milei. Ellos leen mis libros y mis mensajes en Twitter. Yo nunca pedí, por discreción, hablar en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Pero querían que hablara del 24 de marzo y acepté. Cuando me tomé un taxi para ir a la casa de gobierno estuve pensando. Yo sigo opinando de que gran parte de la sociedad quería el golpe contra Isabel Perón, los dirigentes políticos más calificados, también, querían del golpe, eso lo explico en mi libro “1976”.

-¿Quién lo convocó para dirigir la ENI?

-Hace 15 días atrás me llamó Alejandro Colombo. Es el virtual “Señor Tres” de la SIDE, de la parte internacional, aunque hoy hay “Un Señor Cinco” (Sergio Neiffert). Colombo me invitó a almorzar y en la conversación me preguntó si me interesaría dirigir la ENI. Mi respuesta inicial era que yo tenía un compromiso con Sudamericana para escribir un libro sobre Lanusse. Pero le dije dame dame unos días para pensarlo y conversar con Carolina, mi mujer. El domingo fuimos tomar un café y le di mi OK. Paradójicamente, en el 89 asumí como jefe de la SIDE con una ceremonia y la sede de la ENI en la calle Libertad, por lo general, no la visitaba demasiado.

– ¿El presidente Javier Milei no habló con vos por este ofrecimiento?

– No. Pero le mandé un mensaje a Milei agradeciéndole que que haya confiado en mí y diciendo que voy a hacer lo posible porque eso funcione bien. Y él me respondió con un dibujo de dos tipos abrazándose como diciendo gracias.

-La ENI fue dirigida por Marcelo Saín que viene del kirchnerismo duro luego de haber creado la PSA y ahora usted dice que va a enseñar la “Memoria completa” a los futuros espías y analistas sobre la violencia de los setenta…

-Yo voy a entrar en las clases de la ENI con mucho respeto y le pediré a los profesores que me dejen a solas con los chicos y que me preguntan lo que quieran. No me imagino haciendo programas de estudio que puedan llevar a la gente a pensar lo que yo pienso. Sin embargo, voy a contar una Argentina (la de los setenta) que no ha estado generalmente bien contada. Nada más que eso. Lo que yo he vivido del 55 a la fecha, especialmente los años 70.

-¿Por que dijo que le da vergüenza el nombre de AFI (agencia federal la inteligencia) para el organismo de inteligencia y reivindica que se vuelva a llamar SIDE como en los 90?

-Porque yo soy el tipo que toda su vida vivió y caminó mirando la palabra SIDE en la puerta del edificio. A pesar de que los primeros que me empezaron a seguir eran los de la SIDE de Alfonsín en el año 83 puesto querían saber quienes eran mi fuentes, cómo te deben haber seguido a vos durante los gobiernos kirchneristas.

– ¿Cómo sabe que fue objetivo de seguimientos ilegales de parte de la SIDE?

– ¿Como lo sé? lo sé, porque cuando iba a ser “El Señor 5” de la SIDE, tenía poco acceso a la sede, pero algunos tipos para congraciarse conmigo me tiraron mi ficha por debajo de la puerta y algunos otros materiales donde estaba registrado el seguimiento que me hicieron a mí. Se lo comenté al presidente Menem, también y me dijo “está bien pero ahora mira para adelante”.

-¿Guardaste esa ficha?

-(Sale a fumar un cigarrillo) Sí pero no tengo acá, aunque esa ficha tenía datos equivocados.

– Usted también dijo que en el período de Cristina Caamaño al frente de la AFI “la ignorancia, había copado al organismo de inteligencia argentino” ¿por qué?

-La ex la conductora de la AFI cuando expone ante los senadores el Parlamento (para ser embajadora) dijo que iba a ir a “vender dulce de leche a Israel” lo que muestra esa ignorancia. Creo que hay cosas más importantes que vender dulce leche en Israel, pero en el fondo no quiero discutir con la Caamaño. Es lo es que yo escucho, lo que veo y lo que se nota entrando al edificio de 25 de Mayo 11. Que ha habido gente, no profesional. Esto está todo escrito en los diarios.

-Miguel Ángel Toma, ex titular de la SIDE, consideró que fue gravísima la filtración del listado de los nombres con los 2000 analistas y espías durante la gestión de Caamaño. ¿Comparte esa clasificación?

-Absolutamente, pero no fue la primera filtración de esa dimensión. No te olvides que un momento en la época de Fernando De la Rúa se pretendió reestructurar la SIDE y el señor Fernando de Santibáñez entregó la lista de personal a una empresa norteamericana que iba a ayudar a reformar el organismo con criterio empresarial.

– Después del atentado contra las Torres Gemelas en 2001 Estados Unidos decidió que uno de los errores por lo que no se descubrió el ataque fue por no compartir información entre la CIA, el FBI el Consejo Nacional de Seguridad y ahora comparten los datos. ¿Ese es el modelo que quiere enseñar?

-Esperá todavía no llegué a sentarme en el sillón de la ENI. Pero está claro que antes de asumir el miércoles me van a dar algunas pautas y sobre esas pautas trabajaré. Quizás si uno lo escucha, al “Señor 5” de hoy te va a decir que el ideal sería que una generación de jóvenes argentinos con determinadas características que hayan estudiado puedan aprender a hacer inteligencia o delegado de inteligencia en el interior o exterior. Todo con otro grado de instrucción porque a la SIDE han entrado amigos de amigos y estaban ahí adentro algunos ni tenían título de bachiller. Y con eso hay que terminar, si querés hacer un servicio inteligencia completo.

-En esta nueva SIDE va a haber 3 organismos: la agencia de Sistema de Inteligencia Argentino (SIA), la agencia de Seguridad Nacional (ASN), la agencia de Ciberseguridad Federal (AFC) y Dirección de Asuntos Internos (DAI). ¿Es cierto que un juez federal va a dirigir la DAI?

-No sé todavía. No me lo han dicho.

-Entre quienes asesoraron sobre esta reestructuración es cierto que están Lucas Nejamkis, socio y asesor del ex director de Contrainteligencia de la SIDE, Antonio Stiuso…

-Y también, dicen las versiones, influyó un abogado radical, etc, etc. Pero yo cambié. Yo no pregunto de dónde viene la idea de ponerme a mí en la ENI. Lo único que yo sé que yo estaba escribiendo un libro y me llaman por teléfono para hacerme el ofrecimiento. Pero debo suponer que los que saben de mi nombramiento son el Presidente de la República la secretaria general de la Presidencia (Karina Milei) y el señor Santiago Caputo. Otra cosa no sé. Cómo decidieron ellos convocarme, no sé. Al “Señor 5” yo no lo conocía. Si conocía a Colombo porque él estuvo en Cancillería muchos años y yo cubría Cancillería como periodista.

-¿Te hablaron del proyecto de concentrar en un solo edificio la SIDE, la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad e inteligencia militar de Defensa?

– No, no. Ahora si en algún momento hubiera plata en Argentina -que no la hay- mi idea sería que todas las oficinas de inteligencia vayan a la Panamericana a un lindo edificio panamericana y el “Señor 5” tuviera una pequeña oficina en la Casa de Gobierno para que pueda constituirse y desde ahí ir al despacho del Presidente a su reunión diaria, como en otros países.

– ¿Va a reformar la sede de la ENI que funciona en el Palacio Victorino de la Plaza?

-Son lugares donde hay goteras pero no gastemos plata. Ya me preguntaron si quería cambiar eso. Vivo en un país muy pobre.

-Pese a la mala imagen que tiene la SIDE hay postulantes para hacer el curso de la ENI?

-Mi mujer me dijo que se enteró que estaban llegando muchos pedidos de gente joven pidiendo entrar a la ENI porque estaba yo. Creo que sí que ahora va a haber vocaciones. Si se demuestra que la SIDE va hacia un cambio mucha gente a lo mejor va a querer entrar. Pero tienen que tener otra formación. En los países serios van a buscar estudiantes a las universidades.

– ¿Es cierto que cuando asumió en el 89 al frente de la SIDE preguntó a sus colaboradores quién sabe inteligencia en la Argentina y terminó nombrando al general Carlos Martínez?

Sí pregunté y me dijeron el Pelusa y ¿quién es el Pelusa?. Dije que venga el Pelusa. Y ahí me fui yo hasta el Círculo Militar y tuve una reunión con el general Carlos Martínez (NdR acusado de represor). Yo sabía que se venían los indultos de Menem. Yo no tenía problema con los militares. Quizás me equivoqué porque yo debía haber puesto a Alfredo Díaz que era una gran amigo mío y fue el último edecán de Perón en el 74. Era coronel el “Pelado” Díaz. Yo ignoraba que Martínez había sido el jefe de inteligencia en la etapa de Videla. Pretendía cultivar la conducta de no hablar demasiado en los medios… Le dije a Bernardo Neustadt que quizás esta última entrevista y me dijo a usted se le acabó la carrera periodística. Le contesté mire Bernardo si Facundo Suárez (el ex jefe de la SIDE de la UCR en ese momento) puede volver a su estudio de abogado, yo puedo volver a una redacción. Pero Neustadt tenía razón. No pude volver nunca más una redacción.

– Entonces, ¿encontró el camino de escribir libros periodísticos?

– Esa fue la mano de Dios porque allá por el año 2006 le digo a Roberto García si quería publicar en Ambito Financiero una separada con los 30 años del golpe militar y aceptó. Fue la última vez que Ambito Financiero vendió toda su edición durante todos los días.

– Existe una leyenda urbana de que te robaste los archivos de la SIDE para escribir tus libros…

– Los que dicen eso son unos burros porque que no me leen. A lo largo de mi trayectoria yo no recibí archivos completos sino retazos de archivos. Los empecé a recibir en el año 78 en Clarín. Uno vez recibí a un tipo que era testigo de Jehová y tenía miedo que los militares revisaran su casa y le pasara algo. Y me quería vender los archivos de Oscar R. García que fue un general y edecán del general Uriburu para el golpe de 30. Le dije que no tenía plata y me los regaló. Está en mi libro “Dios y la Patria se lo demanden”… Además, lo primero que hago son lecturas (de textos de la época). No te voy a enseñar a vos que es para mí la lectura. Es el «piso el cemento» es donde voy a apoyar el parquet, las paredes y las ventanas de una casa. Después vienen los papeles que junté toda mi vida…. Tuve pocas quejas por mis libros. Cuando publique «Nadie Fue» la única queja fue de Miguel Bonasso porque porque trato a Roberto Eduardo Viola como “presidente”. Le contesté Miguel cómo se nota que vos estás en Buenos Aires en esa época. Luego un grupo de gente de cinco amigos se juntaron y me dijeron la que separata para Ambito sobre el 24 de marzo tenía que ser un libro. Pero agarré un libro de “pajarito” García Lupo y dije que quiero esta calidad de tapa y esta calidad también de papel y y de letras, porque si no, esto es un libro de «servicios». Y ahí salió mi primer libro que fue un best seller. Después apareció el editor de Sudamericana Pablo Avelluto y empecé con ellos. Un grupo de abogados le hizo 300 observaciones a otro libro. Yo fui con una bolsa marinera con los documentos y se confirmaron las fuentes. En una reunión social, un ex juez dijo yo tengo los documentos de la Cámara Federal de los setenta.

-¿El llamado “camarón” que juzgó a guerrilleros y sus miembros terminaron asesinados?

-Le pedí una copia y lo fotocopie en una esquina…

-¿Y cómo consiguió los documentos sobre Perón?

– Los tenía Mario Rotundo. Lo que pasaba era que Rotundo no se los daba a nadie. A mí me lo dio gratis y además me dio los casetes porque se grababan las conversaciones en Puerta de Hierro en Madrid.

-¿Y parte del archivo del general Galtieri como llegó a sus manos?

-Tenía un gran amigo jujeño que se llamaba Carlos Carenzo Pérez que trabajaba en la casa de Jujuy. Una vez pasé por su casa y me dice esperá que tengo que hablar con Galtieri. Era julio del 82, a un mes de terminar la guerra. Yo le pedí que quería hablar con Galtieri. Así lo vi len su casa de Belgrano. Como yo venía de dos años y pico de Washington había seguido la guerra y conocía muchas cosas que él debía saber entonces le hablé de personajes conocidos. Memoricé una charla de una hora y media y me fui a la pizzería de la esquina y escribí la conversación. Vos sabes que en una cosa tan delicadas no se las puede grabar ni tomar notas. Entonces voy a la segunda y la tercera. Me pidió no publicar hasta que él hablara primero. Al poco tiempo apareció en una revista de Perfil y escribió un librito “Los nombres de la Derrota”. Con esos apuntes, hablé con Joaquín Morales Solá e hicimos una separata para el diario. El Ejército sancionó a Galtieri y lo arrestaron. Después llamé a su hijo Carlos Galtieri que me dijo es la primera vez que un periodista me llama por algo parecido. Carlos se fue y a los 15 minutos volvió y me dijo “Tata terminemos esta sanata, dónde está tu computadora”. Allá le dije y vino con un pendrive con el diario de guerra de Galtieri, las conversaciones en privado de Galtieri en su despacho y los gritos y los cánticos en la Plaza de Mayo (NdR cuando se recuperó Malvinas). Después fui a la Armada y me regalaron la primera orden del almirante Isaac Anaya para invadir -él pone la palabra invadir- las Malvinas.

– Habló recién de General Martínez, ¿le recomendaría al actual “Señor Cinco” que contrate militares retirados para que lo asesoren en la nueva SIDE que se va a poner en marcha?

– No tengo ni idea que haga lo que quiera. Había militares de la época del (ex jefe de Gabinete) Nicolás Posse…

-Hay un prejuicio en un sector de la sociedad que dice que en los militares no deberían entrar al organismo de inteligencia civil…

-A eso me refiero yo no tengo ese prejuicio, pero sé que lo que te estoy diciendo que trato de que sea un servicio civil. Yo entendí en el 89, cuando llegué a la SIDE, que estaba en una gran redacción. Entonces iba por los pisos del organismos y preguntaba quién me hizo este documento tal persona dónde está. Y bajaba y me sentaba con ella. Tomaba un café a ver qué había además de lo que él me estaba informando que su papel.

-¿Por qué renunciaste en el 89 a la SIDE y te fuiste por el embajador a Panamá y luego a Portugal?

– Porque se había roto esa suerte de alianza. Menem me dijo que lo cuidara mucho a él y al grupo Bunge y Born porque eran sus aliados estratégicos. Yo fui el que llevó al grupo Bunge y Born con Menem para que pongan un ministro de Economía. Pero Miguel Angel Roig no estaba para ocuparse de los temas de un ministro de Economía. Yo se lo dije a Menem: “no te dura una semana” pero lo prefería el grupo.

Hay una versión de que existen unos enormes archivos ocultos de la SIDE. Me acuerdo que estaban en el pasaje Barolo, por ejemplo, los archivos de la causa AMIA. ¿Pero hay un lugar físico donde estén guardado el resto?

– Tuve mucho cuidado con eso. Solamente pedí una vez la ficha de una persona que era miembro de la Corte Suprema de Justicia y que había tenido un accidente su pareja en París. Nada más quería saber quién es este señor. Yo venía a ser jefe de política de un diario y conocía el mundo de la política pero no el mundo judicial. Pero no sé dónde están los archivos… En Suiza en el 93 sabiendo que yo llevaba un año en Portugal, llegué a un cóctel con Menem. El presidente me miró y me dijo Tata “yo ya tengo el menemovil listo, ¿no querés volver? Yo hice lo que quería porque era Menem

– ¿Qué similitudes encontró entre los dos presidentes, Carlos Menem y Javier Milei, en cuanto a su personalidad o su forma de hacer política.

– (Piensa) La determinación. Con Menem tuvimos al principio tiempos muy difíciles. Me acuerdo que un día después del desayuno, me dijo: «Tata no podemos fracasar y no vamos a fracasar». Milei también tiene esa cosa en la cabeza. En su caso para la parte económica. En mi casa la idea de apoyar a Milei entra en el año 2020. Entró el menor de mis chicos con la idea de apoyar a Milei. Solo lo conocía porque iba a programas de televisión donde él estaba, así que después salíamos a comer y así yo tuve enfrente a Milei por primera vez.

-(Hace un gesto de horror) Sino no ganaba íbamos a tener como presidentes a Sergio Massa u Horacio Rodríguez Larreta. Lo voté para diputado a Milei y hablé de él en su campaña de diputado y en su campaña presidencial. Muchos jóvenes me escuchan -no quiero ser presumido-, pero leen lo que lo que escribo y ahí ahí fue con la relación con Milei. Él habla de algo que yo no hablo: economía porque tengo una formación política balbinista. Soy un “conserva” que no habla de Economía ese es mi error, mi vacío.

 ¿Por qué usted dice que no estamos en un momento la Argentina el momento de crisis, sino de parto?

– Imaginémonos. Lo invito a usted a imaginarse si hubiera ganado Massa o Larreta en dónde estaríamos. Yo ya estaba harto de los personajes conocidos de la política. Conocí a sus personajes conocía sus secretos, conocía sus cosas y yo no estaba dispuesto a bancarlos. No estamos en una etapa solamente de de parto, sino de alumbramiento de algo nuevo.

-¿Pero cómo Milei va a hacer un cambio sin mayoría en el Congreso?

– Milei ganó con una holgada diferencia en la segunda vuelta pero no tiene gobernadores. Solo unos pocos legisladores porteños y algunos que están en el interior. Sin embargo, asumió y sacó su ley Bases. Hizo el Pacto de Mayo en Tucumán y la gran preocupación de los argentinos que es la inflación está bajando. Es muy fuerte el costo pero lo tenemos todos. Soy parte de una generación que ha visto grandes fracasos y bueno, yo no pretendo ayudar a que no se repita la experiencia nada más que eso nada más que es tan simple.

Al toque

– Un proyecto: conducir bien la ENI.

– Un sueño: que a Agustín, mi hijo menor, le vaya bien.

Un prócer: Winston Churchill.

– Un líder político: el ex canciller alemán Konrad Adenauer.

– Una sociedad que admire: la española.

– Un recuerdo de su infancia: Estar sentado en el banco de suplente con Omar Sívori.

– Un espía: los personajes de los libros del historiador británico Max Hastings.

– Una comida: la italiana alguna en particular ravioles a la scrofa (espinaca y ricota).

– Una bebida: vino tinto.

-Un equipo de fútbol: Boca Juniors.

– Un un placer: estar con Carolina, mi mujer.

– Una película: “El día más largo del siglo” de Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki sobre el desembarco aliado en Normandía..

– Un conjunto de música: los Rolling Stones

Un libro: «La Hoguera de Encinas” de André Malraux.

Yofre, con un pie en el periodismo y la política

Juan Bautista Yofre (16 de diciembre de 1946) empezó su carrera periodística en Radio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires (1972-1973) y luego en los siguientes matutinos: Los Principios de Córdoba, La Opinión, Clarín y Ámbito Financiero. También estuvo en las redacciones de Carta Política, Movimiento y Somos.

Entre 1969 y 1972 trabajó en el Palacio San Martín al lado del doctor Mariano Grondona en la Dirección América Latina. En mayo de 1972 se incorporó al personal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

A fines de 1978, dirigió una revista que duró un solo número con idea idea de que «el Proceso de Reorganización Nacional tenía que terminarse y competir con Visión, que era una revista que estaba financiada por el entonces dictador de Nicaragua, Anastacio Somoza».

En 1979 se fue a vivir a Washington (EE.UU.) y convocado por el jefe de Gabinete de Ortiz Mena en el Banco Interamericano de Desarrollo que era Alfonso Grados. «La categoría de una oficina en Washington la da la cantidad de ventanas que tenga y la mía no tenía ninguna», recuerda. Pero «tenía cuatro máquinas de teletipos con noticias de AP, UPI, EFE. Después de saber “leer” los cables de noticias y me convertí en un tipo muy informado sobre América Latina».

Y luego el titular de la Organización de Estados Americanos, el argentino Alejandro Orfila lo convocó para trabajar en se organismo.

Volvió en marzo de 1982 a la Argentina e integró la redacción de la agencia Noticias Argentinas (NA) cubriendo la Guerra de las Malvinas y las negociaciones diplomáticas. De su pasó por NA destaca el nivel de exigencia que le imponía su entonces director Raúl García.

En octubre de 1984 ingresó a Ámbito Financiero hasta 1988 donde se desempeño como jefe de la sección Política.

A pedido de Carlos Menem trabajo en la campaña interna del justicialismo y en la campaña nacional ofició de vocero del Frente Justicialista. En julio de 1989, el presidente Carlos Saúl Menem lo designó al frente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).

En junio de 1990 presentó cartas credenciales ante el Presidente de Panamá y en abril de 1992 al presidente Mario Soares de Portugal.

En junio de 1993, dejó la cancillería y acompaño al presidente en la campaña por bancas legislativas y fue designado asesor presidencial con rango de Secretario de Estado. En febrero de 1998 renunció al gobierno y durante 2 años vivió en Córdoba. En 2000 volvió a incorporarse a diferentes programas radiales y televisivos.

En 2000 publicó Misión Argentina en Chile 1970-1973 (Editorial Sudamericana, Chile), en 2006 salió la primera versión (edición de autor) de “Nadie fue”. En 2007 publicó “Fuimos todos. Cronología de un fracaso 1976-1983”. En 2008 siempre con la Editorial Sudamericana publicó la edición definitiva con documentos inéditos de “Nadie Fue”. En 2009 publicó “Volver a Matar. Los archivos ocultos de la Cámara del Terror (1971-1973)”. Durante 2010 lanzó “El Escarmiento”, donde trata la última presidencia de Juan Domingo Perón. En 2011 publicó “1982” conteniendo documentos desconocidos sobre la Guerra de las Malvinas. Al año siguiente (2012), en un acuerdo entre la Editorial Sudamericana y el diario La Nación, dirigió la edición de 20 volúmenes de la Guerra de las Malvinas con nuevos documentos inéditos sobre el conflicto armado.

En 2013 publicó “La trama de Madrid”, donde trata sobre el retorno de Juan Domingo Perón a la Argentina, sobre la base de documentación nunca publicada al respecto (sale a la luz la correspondencia del delegado Jorge Daniel Paladino).

Durante el año 2014 publicó “Fue Cuba”, obra que analiza la influencia de la Revolución Cubana y la violencia en América Latina y, especialmente, en la Argentina. Éste trabajo saca a la luz por primera vez los archivos secretos de la Inteligencia de la ex República de Checoslovaquia y el Pacto de Varsovia.

En 2015 publicó “Puerta de Hierro” con documentos y correspondencia del presidente Perón, sus delegados Paladino y Vicente y otras personalidades de la época.

A Joseph Page (autor de “Perón, una biografía”) alguien de Washington le dijo que si iba a la Argentina para investigar al fundador del PJ «tenía que hablar con el Tata». «Vino a casa yo tenía los discos de Perón, los libros de Perón y además les escribí cartas a determinados dirigentes de justicialismo para que lo recibieran entre otros a Cafiero». «Cuando terminó el libro apareció en casa y me dijo mira yo no sé cómo pagarte todo lo que has hecho te regalo los cables del Departamento de Estado sobre Perón. Muchos de ellos todavía no están clasificados», contó Yofre un amante de los archivos.

Por Daniel Santoro / Clarín / Editor EM