Gabriel Rubinstein, exviceministro de Economía: “Sin déficit fiscal y sin devaluación, la inflación debería alinearse al 5% anual”
Por Daniel Sticco. -El segundo durante la gestión de Sergio Massa destacó los logros del Gobierno, aunque resaltó el impacto inicial negativo del triunfo de Javier Milei sobre el dólar.
La economía parece haber ingresado en el sendero virtuoso. Los logros del Gobierno se reflejan en la consolidación del superávit fiscal, la emisión cero y una desinflación sostenida, junto con una baja en el índice de riesgo país, reactivación más amplia en los sectores de la producción y el comercio, y crecimiento de los depósitos y préstamos bancarios.
Estos indicadores comienzan a traducirse en la recuperación de ingresos y empleo. Sin embargo, economistas que cuestionaban el “modelo Milei” ahora reconocen avances en apenas 11 meses de gestión, pero advierten sobre desafíos futuros.
Gabriel Rubinstein, director de YIER Consultora y exsecretario de Política Económica entre agosto de 2022 y diciembre 2023, durante la gestión de Sergio Massa, es uno de ellos.
En una conversación con este medio Rubinstein analizó lo que considera “falacias” en el diagnóstico del Gobierno, así como los desafíos pendientes, especialmente ante las políticas del presidente electo en EE.UU., Donald Trump.
— Tras su reconocimiento reciente al ministro Luis Caputo, también señaló “falacias” en los discursos del Gobierno ¿Cuáles son esas falacias y qué efectos podrían tener en el corto plazo?
Que veníamos de una inflación del 17.000%, para lo cual anualiza la tasa mayorista de diciembre de 2023 tras una devaluación del 140% del dólar de importación. Si un alumno de Javier Milei hubiera hecho esto, lo habría bochado. Esto refleja mala fe y es una grosera “mala praxis”, ya que el Presidente es demasiado inteligente para no darse cuenta de esto.
Que veníamos de la peor crisis de la historia. No es así. En otra ocasión podríamos profundizar en esto.
Que nos salvó de una hiperinflación segura. Desde que durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner se perdieron USD 47.000 millones siempre hubo ciertos riesgos de hiperinflación. Es cierto que USD 11.500 millones de reservas negativas en diciembre 2023 eran preocupantes, pero con superávit fiscal primario y un buen año agrícola, los riesgos se disipaban. Además, parte del riesgo adicional fue generado por el propio discurso de Milei: promesas de dolarización sin dólares, y descalificación del peso -es excremento-. El impacto fue evidente: tras su triunfo en las PASO, la cotización del dólar subió 20%. Luego bajó 23% con el triunfo de Massa en las Generales, y volvió a subir 31% tras la victoria de Milei el balotaje.
Que la deuda en pesos iba a “estallar”. Ni la deuda del Tesoro ni la del BCRA iban a colapsar. Es erróneo pensar que por trasladar la deuda del BCRA al Tesoro, y ambas deudas siguen como activos de bancos, se resuelve un problema estructural, o las llamadas “bombas”. Como es absurdo pensar que si una deuda pública fija intereses en pesos nominales, y en vez de pagarlos mes a mes para renovarlos luego, pasa a capitalizarse mes a mes, queda solucionado el problema de los intereses.
- Que hizo un ajuste del 15% del PBI, ya que a los 5% del ajuste del Tesoro le suma 10% del supuesto ajuste cuasifiscal del BCRA. Este ajuste del cuasifiscal nunca existió. En 2023 la inflación fue más alta que la tasa de interés, lo que generó “superávit cuasifiscal” de 1,2% del PBI (sin considerar diciembre), y del 1,7% del PBI si se toma todo 2023 (debido a la gran licuación de ahorros de la gente). Por lo tanto, el ajuste fiscal fue de 5% del PBI. Enorme y sumamente meritorio, pero no del 15% del PBI como se argumentó.
- Que la deuda comercial externa a punto de colapsar. Había un problema que podría resolverse con un bono similar al Bopreal implementado por el equipo económico de Milei, lo cual Massa también habría hecho.
Las falacias creo que ayudan a crear un relato épico en torno a Javier Milei y a fidelizar adherentes.
— ¿Terminó la recesión, cómo aseguró el Presidente?
— Coincido con eso. Mayo tal vez haya sido el punto más bajo, y el rebote actual estimo debería consolidarse en los próximos trimestres.
“En la medida en que la brecha cambiaria se mantenga baja, el impacto del cepo sobre la economía será menor, aunque eliminarlo sería más sano”
— ¿La recuperación de la actividad se sustenta en la alta capacidad ociosa heredada?
— La recesión, entre noviembre 2023 y abril 2024, fue del 7% del PBI, excluyendo el sector agropecuario. Fue una recesión innecesaria, no causada por el ajuste fiscal, que en esencia cambió impuesto inflacionario por suba de impuestos y baja de gastos, sino exacerbada por la caída del salario real, impulsada por la retórica de dolarización de Milei (antes de cambiar y convertirse en un “pro peso”), y una devaluación del 140% del dólar importador y del 50% del dólar CCL, entre que ganó el balotaje y fines de enero 2024. Esa caída ayudó al plan, al generar venta de dólares en la sociedad, y contener demandas salariales por miedo a perder empleo. Ahora, con la recuperación del salario y la expansión crediticia, la actividad se está reactivando.
— ¿Qué impacto tiene la persistencia del cepo cambiario en la recuperación de la actividad?
— Si la brecha cambiaria se mantiene baja, el impacto será limitado. Sin embargo, la economía crecería más de forma sostenida y sana sin cepo.
— El cierre de la brecha cambiaria a menos de 15%, ¿minimiza realmente los efectos del cepo sobre la inversión?
— Sí. Una brecha baja extiende la vida útil del cepo.
— Ha dicho que el crawling peg por debajo de la inflación genera atraso cambiario, coincidiendo con la estimación del FMI en un rezago del 25%. ¿Qué indicadores sustentan respaldan su diagnóstico?
— El atraso tiene múltiples causas, entre ellas la falta de un ancla cambiaria de calidad, sólida. Muchísimas empresas pensaron, que con la anunciada dolarización de Milei, el dólar podía irse a $2.000 o $3.000. Y cuando después el dólar baja en lugar de subir, les ha venido costando bajar precios acordemente, y rápidamente. Y ahí la estructura de precios quedó con dólar bajo.
“El mix de dólar bajo y reservas netas inexistentes en el BCRA puede funcionar, pero es un esquema frágil ante shocks políticos o externos”
Argentina creció con dólar bajo durante la Convertibilidad. En los primeros años, era un dólar de $1.000 -a valores de hoy- muy similar al actual. Y funcionó. Pero hubo tensiones, y a la larga, tras shocks externos, colapsó. En los años 2000, la economía creció y tuvo baja inflación, similar a la de los 90, con dólar alto, alrededor de $2.000 de hoy. Y el esquema se demostró robusto mientras duró (Cristina Fernández de Kirchner, creo que por grave ignorancia más que por otra cosa, destrozó el equilibrio macro que se había logrado).
El mix de dólar bajo y ausencia de reservas netas en el BCRA puede funcionar, pero es un esquema frágil, expuesto a shocks políticos y/o externos, que podrían generar severas crisis cambiarias.
— ¿El triunfo de Trump podría afectar a la Argentina, dado un posible aumento del proteccionismo?
— Podría impactar, especialmente si se devalúa mucho el real, o cae fuerte el precio internacional de las materias primas, lo que generaría una presión sobre la demanda de dólares. A corto plazo, es más probable que ayude, dada la voluntad de Trump de apoyar a Milei, incluso con posibles asistencias ad hoc si surge algún proteccionismo que afecte al país.
— ¿Qué impacto tendría el aumento del turismo al exterior en las reservas del BCRA?
— El turismo funciona como una importación estructural más. La acumulación final de reservas en el BCRA, como bien destaca Ricardo Arriazu, depende de los desequilibrios monetarios. Pero, hay una parte de los gastos de turismo que tienden a hacerse disminuyendo lo ahorrado en pesos, y ahí sí impacta. Otro impacto es vía menor actividad local, pero son efectos bastante marginales. Lo que se gasta con dólares propios impacta poco y nada. Lo que se gasta con ingresos corrientes, impacta sobre todo en actividad (menor demanda de producción local, incluyendo turismo receptivo.-
— Hace unos meses, varios economistas advertían que la inflación no bajaría del 4%. Ahora se aproxima al 2%. ¿Qué factores explican esa desaceleración?
— Sin déficit fiscal, y sin devaluación, la inflación debería ir acercándose a niveles internacionales (5% anual). Con devaluación del oficial al 2%, hacia el 2,5% mensual. La caída del dólar contado con liquidación y la reducción del Impuesto PAIS también contribuyeron a esta baja.
— ¿Es sostenible una inflación inferior al 2% en el corto plazo?
— A esta altura la Convertibilidad ya tenía inflación del 1% mensual. No veo por qué no debiera seguir bajando gradualmente hasta alcanzar el 0,5% mensual, como se logró en los años 90 y 2000. El IPC de octubre, de 2,7% aunque fue una buena noticia, sigue siendo un valor alto.
— ¿Cómo evalúa la política comercial exterior del gobierno de Javier Milei?
— Por ahora, me parece errática. Un ejemplo en la relación con China, que pasó de ser un “ogro” a un “amigo” en cuestión de minutos. Veremos qué ocurre con la búsqueda de tratados de libre comercio bilaterales, tanto con los EEUU, como posiblemente con China. También habrá que ver cómo se articula todo dentro del Mercosur.
— ¿Cuáles son las proyecciones de YIER para 2025 en términos de actividad, inflación, salarios y tipo de cambio?
— Esperamos un crecimiento del PBI cercano al 5%, una inflación menor al 25%, y una reducción del crawling peg al 1% mensual.
“Esperamos un crecimiento del PBI cercano al 5%, una inflación menor al 25%, y una reducción del crawling peg al 1% mensual”
— Para concluir, ¿cómo reflexiona sobre su experiencia como viceministro de Economía en términos de expectativas iniciales y los resultados alcanzados?
— Esperaba un ajuste fiscal significativo y una maxidevaluación del oficial con intervención en el CCL para reducir la brecha cambiaria. Aunque el ajuste fiscal comenzó, tendía a 4% del PBI cuando asumió Sergio Massa en el Ministerio de Economía y lo bajamos a la zona del 2% del PBI. La sequía aportó 1 punto más de déficit.
Así y todo, y con la expansión fiscal del último trimestre, el déficit primario terminó en 2,9% del PBI (como referencia, fue la mitad del que tuvo Mauricio Macri en sus dos primeros años, antes que la fuga de capitales lo obligara al ajuste fiscal). Por eso, una vez más, no tiene sentido hablar de la peor crisis de la historia.
En cuanto a la devaluación, se hizo tarde y mal, y sin el apoyo externo necesario para que tuviera éxito. El FMI obligó a devaluar, pero no brindó fondos frescos para que no suba el CCL, lo que frustró el objetivo de bajar fuertemente la brecha cambiaria. Como balance general, fue una experiencia frustrante.
Fuente: Infobae c/ AGP
Editor: EM