La cultura levanta la voz contra el plan Milei
Peteco Carabajal, Carlos Belloso, Luisa Kuliok, Pompeyo Audivert, Lali Espósito, Adolfo Aristarain.
El fuego encendido por el cineasta está lejos de apagarse: con el correr de los días, se siguen sumando voces que alertan sobre las catastróficas consecuencias del DNU y la Ley Ómnibus.
«No se paren que no ha llegado nadie», lanzó Peteco Carabajal desde el escenario del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, mientras la vicepresidenta Victoria Villarruel hacía su ingreso a la platea del anfiteatro. La escena se hizo viral y encendió una polémica que dividió las aguas. Si bien el músico santiagueño no adhiere políticamente con el actual gobierno, aclara que la frase no aludió de forma directa a la llegada de Villarruel. Su reacción, dice, tuvo que ver con la interrupción del show, pero «no fue dirigido a nadie en especial». «Todo lo que hago siempre tiene que ver con mi humor, con mi forma de ver las cosas. Esa frase me ha surgido de forma espontánea, sin pensar en una mujer u hombre, porque podría haber sido el gobernador de la provincia o el intendente de Jesús María el que entrara en ese momento», le explicó Carabajal a la prensa. –
En las últimas horas, el presidente Javier Milei reposteó en su cuenta de Instagram una publicación de Nik que acusaba a Carabajal, Nancy Dupláa, Pablo Echarri y Dady Brieva de haber estado «cuatro años calladitos bancando la destrucción del país». Los dichos del cantor y compositor santiagueño reavivaron la tensión existente entre el gobierno nacional y el campo de la cultura. El conflicto se inició a fines de diciembre cuando Milei anunció el envío de la llamada Ley Ómnibus que, de aprobarse en el Congreso, afectarán de manera directa al sector cultural.
Varios de los artículos propuestos por el Ejecutivo tienden a desfinanciar o incluso eliminar organismos de fomento cultural y entes como el Instituto Nacional de la Música (Inamu), el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip). Incluso, un artículo propone el cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA), un organismo autárquico que otorga becas, préstamos y subsidios a la comunidad artística y que no le genera «gastos» al Estado, porque su financiamiento se realiza a través del dominio público pagante, que se cobra por las obras una vez vencido el plazo de protección derecho de autor.
No solo Milei compartió en sus redes publicaciones en contra de esos artistas, sino que también volvió a arremeter contra la cantante Lali Espósito, quien en varias ocasiones manifestó su preocupación por la llegada del libertario a Casa Rosada. Un fandom de la artista argentina compartió capturas de las publicaciones que fueron «likeadas» por Milei, que informaban sobre el posible alejamiento de Lali de la música por tiempo indefinido y asociaban esta decisión a la llegada al gobierno libertario. Además, el Presidente retuiteó varios posteos que critican a la cantante por un supuesto cobro de cifras millonarias de provincias como La Rioja. Ambas noticias -o fake news, en verdad- fueron desmentidas por Espósito. “Al odio, las mentiras, la utilización y las fake news”, escribió la artista junto a una foto de ella en su último videoclip en la que se la ve haciendo el gesto de fuck you con las dos manos. «No me alejo de la música. Me voy a meter a hacer el mejor disco de mi vida», enfatizó.
En la noche del viernes, Peteco estaba tocando en Jesús María junto al grupo Los Carabajales, una tradicional juntada musical y familiar. «Desde el lugar en donde estaba en el escenario no veía bien, veía el tumulto a la izquierda del anfiteatro. Me afligí cuando en la platea, al frente del escenario, la gente se empezó a parar y hubo incluso quien se paró sobre las butacas para ver mejor», reconstruye el cantor y compositor. «Yo no veía bien qué pasaba allá. Entonces ahí me surgió espontáneamente decir esa frase que pasó a ser remera (risas). No lo pensé, salió así, no fue dirigido a nadie en especial», aclara. «Pero más allá de todo lo que me han dicho en las redes y todo lo que he hablado, le encuentro un sentido justo (a la frase), porque nosotros estábamos haciendo una ceremonia linda con Los Carabajales y el público hasta ese momento».
«Después de decir ‘no se levanten que no ha llegado nadie’, ahí nomás se sentaron y siguió el espectáculo, porque la gente aplaudió de pie y después nos pidieron un bis. Entonces, la frase era la que tenía que ser: así, espontánea, no alusiva a un género ni a nada. Y digo más: si el locutor hubiese entrado después de terminar un tema y nos hubiera dicho que estaba llegando la vicepresidente yo me hubiera tenido que quedar callado, no hubiera podido decir nada. No porque no quiera decir algo, sino por una cuestión de educación y respeto. En otro tipo de espectáculos no se interrumpe a los artistas mientras están en el escenario, entonces, ¿por qué entran así (en medio de un show) más allá de tener el permiso del festival? Alguna vez tiene que cambiar eso. Nosotros como artistas podemos aceptar que nos pidan permiso en el escenario y nos avisen que va a hacer su entrada la vicepresidenta de la Nación y está todo bien, nosotros seguimos después la fiesta. Pero eso no pasó».
En una columna publicada en este diario, el cineasta Adolfo Aristarain consideró que «gracias a un grupo lamentablemente numeroso de imbéciles, ignorantes y zombies que una vez votó a Macri, y ahora a su bufón Milei y a toda la banda de rufianes que los acompañan, se entregó el gobierno y administración del pais a una banda organizada que no tiene ideología, que busca sólo sacar provecho y rematar las industrias, los minerales, todo lo que puedan, sin límite». El director de Un lugar en el mundo había criticado al gobierno de Javier Milei y afirmando que “no hay que darles tiempo. Hay que ganar la calle. El paro de la CGT tiene que ser por tiempo indeterminado: hasta que caiga el gobierno”. La opinión le valió la apertura de una causa por parte del fiscal Stornelli, pero en una entrevista con este diario el realizador estuvo lejos de amilanarse: “¿Cómo me voy a arrepentir de lo que dije? Lo vuelvo a afirmar, con la aclaración de que yo estoy hablando en contra de un gobierno golpista, y hay que hacer lo posible para que este gobierno desaparezca”.
El actor Carlos Belloso es otro de los artistas que entendió la importancia de alzar la voz en el debate político. «Ahora se están viendo los resultados de lo que uno intuía sobre este gobierno. Lo digo por la gente que está diciendo ‘démosle tiempo, démosle gobernabilidad’, pero ya se ve en las primeras medidas que toma un total desprecio y una total crueldad hacia la gente que más lo necesita», le dice Belloso. «Me refiero a los trabajadores a los que les congeló el sueldo y también hablo de la gente humilde a la que le está subiendo todos los alimentos. El gobierno festeja una inflación del 25 por ciento cuando a (Sergio) Massa se lo denostaba cuando había uno o dos puntos de subida. Y hablo también de los medios de comunicación acólitos del gobierno y que no ayudan a esclarecer por dónde pasa el sentido común».
«No hay jubilado que esté tranquilo o pueda dormir a la noche. Al Estado no se lo ve ayudando a los más necesitados, se lo ve favoreciendo a los grupos concentrados y a las corporaciones», resalta Belloso. «El sábado fui al Instituto Nacional del Teatro (INT) donde estaban todos los compañeros, hubo una manifestación importante. Lo que decíamos es que esto es más grave, porque atenta contra la democracia, la República, apunta a que los poderes no sean totalmente independientes sino que haya una especie de anulación del Congreso. Lo del DNU y la Ley Ómnibus es una afrenta al poder Legislativo», analiza el actor. «No es cuestión de gobernabilidad, sino de que no haya más crueldad hasta con la gente que lo votó. Algunos no lo pueden admitir. Hay una frase de Mark Twain que dice: ‘Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados’. Y me parece que esta frase le cuadra perfectamente a los que votaron a Milei».
Entre otras cuestiones, el proyecto denominado de ley de «Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos» enviado por el Poder Ejecutivo postula la derogación de la Ley 24.800 de 1997, que regula la actividad teatral y garantiza «el apoyo del Estado». Según informó en el Congreso el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, el INT y el FNA «pasarán a ser programas activos bajo la órbita de la Secretaría», lo que implicará una clara discrecionalidad en materia de inyección de recursos y fondos. En cuanto al Inamu y al Incaa, el proyecto propone la supresión del financiamiento fijo derivado de la carga impositiva prevista en el artículo 97 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El Inamu dejaría de ser un ente público no estatal y autárquico para pasar a ser un organismo descentralizado de la Secretaría de Cultura.
Arte y debate
¿Es clave que los referentes culturales se involucren en el debate político?, «Creo que es fundamental que cada uno diga lo que realmente piensa. Hay gente que no quiere que se mueva el avispero porque quieren que las salas estén llenas sin ningún tipo de grieta», señala Belloso, quien este miércoles reestrena su unipersonal El aparato en el Chacarerean Teatre. «Me parece que el expresar lo que realmente uno siente políticamente no puede estar oculto tras el mercado. El mercado divide a la gente entre nacional y popular y libertarios, si es que hay alguna grieta ahora, porque en realidad eso siempre fue lucha de clases. Hay una oligarquía que se está llevando toda la plata y hay un pueblo que a veces tiene conciencia de clase y otras no. Al mismo tiempo creo que los artistas tendrían que expresar su ideología para tener las cosas claras. Si te gustan los libertarios tenés que expresarlo también porque no estoy conociendo mucha gente de la cultura a la que le guste que cierren en el Instituto Nacional del Teatro y que sea libertario. No coinciden en eso».
Para el actor y director teatral Pompeyo Audivert «hay algo en la velocidad de lo que está ocurriendo, en lo abrupto y compulsivo del embate, de esa falta de dirección y planificación, que revela que el poder está inmerso en una interna feroz, es como una enfermedad que destruye el cuerpo que parasita. Creo que, finalmente, se va a producir una respuesta orgánica de las fuerzas vitales de lo social. No sé qué forma tendrá, pero es imposible que estas políticas prosperen», sostuvo el artista. «Yo creo que han identificado a la cultura como un enemigo y lo bien que hicieron. Porque la cultura es anticapitalista, tiene como trasfondo lo poético de la identidad individual y colectiva, lo excita, lo activa, lo multiplica, lo señala como sentido esencial», analizó el artista. «Entonces estos tipos, que son como vampiros, saben que nuestro sector no les aporta votos sino que les genera un cuestionamiento profundo. Necesitan borrarnos».
«No hay mayor excitación que puedan producir sobre el frente cultural que querer sacarnos toda fuente de financiamiento y todos los derechos económicos que supimos conseguir. Nos van a recontra excitar, ya estuvimos súper excitados en la época de la dictadura y unidos hemos creado cosas hermosas», señaló también el actor. «Teatro Abierto no tenía subsidio. Las grandes gestas culturales no fueron subsidiadas, fueron movimientos independientes autónomos y autogestivos herederos de las militancias históricas que generaron cosas hermosas. Y así va a pasar hasta que volvamos a recuperar todos esos bienes que son de toda la sociedad y que nos pertenecen. Es muy tonto. Es como pincharle la pelota a un pibe y pensar que no va a seguir jugando al fútbol. El individualismo descerebrado que propone la derecha como naturaleza humana es totalmente antinatural y antihumano».
En esta sintonía, la actriz Luisa Kuliok cuestionó al presidente Javier Milei y reconoció que la “ofende” cuando el mandatario habla de «argentinos de bien» para referirse a aquellos ciudadanos que están a favor de sus reformas. “Una de las cosas que dice el presidente actual, y a mí me impresiona particularmente, es lo de llamar ‘argentinos de bien’ a quienes aprueben su proyecto. Y todos los que no lo hagan, no lo son. Ya establecer desde un lugar de presidencia la discriminación y separación de las personas de esta manera es una definición”, sostuvo a AM 750 Kuliok, quien se presentará con la obra Juana vive! en enero el Teatro Auditorium de Mar del Plata.
Para Peteco Carabajal es importante que el Estado apoye y respalde proyectos culturales y artísticos que de otra forma no podrían realizarse o no podrían llegar a pequeñas localidades del país. «En programas como Fiestas Patronales o Fiestas Nacionales (Festejar) un determinado lugar a través de su Municipio puede, con el apoyo de Nación, contratar artistas populares (que de otra forma no llegarían ahí)», cuenta el músico santiagueño, que se presentará el 22 de enero en Cosquín Folklore con su grupo Riendas Libres y el 24 con La Juntada (con Dúo Coplanacu y Raly Barrionuevo).
«Yo no quiero ser ni héroe ni nada de eso, pero si puedo servir como una referencia para pelear una posición o lo que nos pertenece y es justo, me encanta que los compañeros músicos den ese apoyo y que puedan no distraerse conmigo en ese sentido, sino darse cuenta que podemos ser despojados de muchas cosas que han costado muchos años construir en nuestra organización social, como el Incaa, el Inamu, Radio Nacional y la Televisión Pública», se explaya Carabajal ante este diario. «Todo puede perderse», dice y ejemplifica con los cuatro festivales populares que no se realizarán por el ajuste general en cultura: Festival de la Salamanca, Fiesta Nacional de la Chaya, Festival de la Chacarera y Festival Rivadavia Canta al País. «Estos festivales se hacen recibiendo apoyo y presencia del Estado, y son posibilidades de trabajo para los músicos y la comunidad del lugar».
Fuente: Por Sergio Sanchez / Página 12 / AGP /EM