ROCK

GUSTAVO BOLASINI:    Un magistral  compendio  sobre  los gigantes de  “Crucis”*

Por Edgardo Miller.- De muchas maneras se cataloga a los  fundadores del rock argentino, a unos les atribuyen    títulos nobiliarios como “rey” del rock,  a otros les califican de  “gigantes”.   Gustavo Bolasini   encontró su manera perfecta de enaltecerlos  dedicándoles  años de su vida  a rescatar  vivencias y  testimonios para la historia,  de estos músicos que han convertido al rock más que en un género, en un estilo de vida  de millones de personas.

De muchas maneras se cataloga a los  fundadores del rock argentino, a unos les atribuyen    títulos nobiliarios como “rey” del rock,  a otros les califican de  “gigantes”.   Gustavo Bolasini   encontró su manera perfecta de enaltecerlos  dedicándoles  años de su vida  a rescatar  vivencias y  testimonios para la historia,  de estos músicos que han convertido al rock más que en un género, en un estilo de vida  de millones de personas. Dialogar con Bolasini   nos  produjo el placer  de penetrar en los cimientos de las  imaginarias  ‘cavernas’ donde  habitaban esos gigantes  del rock nacional  que dieron vida a “Crucis”, y  que  volcó en un libro apasionante  de  300 páginas  con  una  magistral investigación de fondo.

Un gran escritor argentino, que se esforzó durante muchos años para reconstruir la historia de uno de los grupos  de rock de la Argentina de los más relevantes, es sin dudas Gustavo   Bolasini, hizo un libro impresionante “Todo  el tiempo  posible yo estaré con vos” que comparte autoría con Felipe Abel Surkan.

Sos un hombre de radio antes que  todo:

Sí- admite Bolasini- hice hace  20 años un programa de radio dedicado al rock progresivo en Capital Federal y  siempre traté de  difundir la música de calidad  que no pasan en los Medios masivos. Ese fue un poco mi arranque, de ahí nos diversificamos, pero en realidad- reflexiona-,  empecé en prensa escrita en una revista especializada en 1993  llamada “Mellotrón”, dedicada obviamente al rock progresivo, después colaboré con algunas revistas extranjeras, con la “Progretion”, de EE.UU. y otra llamada “Subterránea” que estaba en Chile. Después  empezamos a viajar a festivales internacionales.

Hicimos  18 años  el programa de rock progresivo en la FM de rock, que se repetía en San Isidro y en Mar del Plata. Cuando la radio  es vendida, seguimos  por  internet un par de años más y luego nos dedicamos un poquito más a  la escritura y algunos  proyectos  que teníamos postergados por la vorágine de la radio.

Vos sos adicto al rock sinfónico…

Sí digamos que el progresivo es  la música  que más me gusta, pero el rock argentino clásico  es el que idolatro. Y en el cual, el programa  del que te hablo “El retorno de gigante” entrevistamos a prácticamente todos los grandes del rock argentino, venían todos a estudio. Después   empecé a hacer  festivales progresivos, muchos años  y a producir.,   diversificarse en esto  de difundir la buena música y después casi por casualidad surgió este libro porque la idea  original era otra, que sigue estando.

O sea, que hace muchos años comenzaste como oyente de  rock…

Sí desde que  un primo mayor que yo,  me hizo escuchar un flor de disco. No paré más. Lo bueno de los 90’s  es que hizo revalorizar  mucho rock que era poco conocido, por ejemplo el que se había y muy bueno detrás de la cortina de hierro, unas bandas húngaras de primer nivel, suecas, en fin, montón de cosas que uno descubrió gracias a las reediciones en Cds, etc. Hoy en día ya la oferta por internet es muy amplia, uno puede investigar por su cuenta montón de géneros, espacios, hay  muchos lugares donde con  un poquito de curiosidad puede llegar a gran calidad de música.

Es cierto. En los 80’s nosotros comenzamos  con rock de la antigua Unión soviética, conseguíamos material y teníamos  regularmente una primicia para la época, porque  era  difícil, no teníamos ningún tipo de conexión ni contacto físico. No es como ahora que te mandan un link y ya tenes el disco completo.  Pero  esa siempre fueron las prerrogativas que yo tuve, ir difundiendo lo desconocido. Es  una  buena medida. ¿Llegaste a ver a Crucis*?

Desgraciadamente no, yo tenía   6 años cuando se formó Crucis  así que me tuve que conformar con ver a Gustavo con Merlín con la Banda Montesano y las diferencias con los shows grabados por supuesto.

¿En España lo llegaste a ver?

Sí, haciendo pop, además el éxito que tuvo  en España fue grande, sigue siendo una banda de culto  una de las que más vendió discos.

¿Se te ocurrió en la radio entrevistar a los músicos ir guardando material para decir que luego esto tiene que ser un libro?

Claro, la idea empezó así, hace como tres años con mi amigo Felipe Surkan tuvimos la idea de empezar a escribir un libro  sobre música progresiva en la Argentina, porque  no nos  referimos solamente al rock sino a varios géneros que consideramos que teníamos  eso de vanguardia el folclore, tango el jazz  eso empezó hace  3 años desarrollando una tesis propia, investigando bandas, tan se hizo  voluminoso, muy grande al punto de tener que hablar de los protagonistas, las bandas,  cuando llego a punto de Crucis, Felipe  me  propone mandársela a Montesano para ver si no había alguna macana con las fechas o algún dato que se nos pase. Se lo mando a Gustavo y me devuelve el borrador con algunas correcciones puntuales, y me propone a su vez hablar con tal y cual, y la verdad que me calentó la cabeza cuando empezó a decir eso  y dije sí, por qué no, y   empezamos a hablar con los músicos que formaron la banda primero.

 Ya en la radio había entrevistado  largo y tendido varias veces a Pino Marrone* en varias ocasiones, a Gonzalo Farrugia* en varias otras, a Kerpel  cuando vino a la Argentina, una de las veces que vino a presentar la banda del hijo.

La cuestión es que se hizo voluminoso, porque se entrevistó a colegas, periodistas, y llegado a este punto, le gustó la idea a Felipe y decidimos hacer uno especial de Crucis , y el siguiente paso  fue poner eso en contexto histórico, político musical, contar qué se vivía  porque arrancamos con cada una de las bandas colegiales de cada uno de los miembros que después iban a  formar, el primer, segundo y tercer Crucis contar  durante ese intervalo de tiempo en la Argentina, porque  es imposible  entender el fenómeno del rock si no se comprende a la vez qué era lo que pasaba políticamente, después fue poner eso en contexto musical las ediciones año por año que fuimos contando desde  el 71  hasta el 78  y luego  se nos ocurrió hacer un trabajo de  campo  para levantar toda la publicación que hubiera en prensa especializada sobre la banda en época. Así fue peinar todas las revistas «Pelo», etc. Y  eso fue dándole un volumen importante al trabajo.

Después se me ocurrió ir más allá de eso y hacer un trabajo de campo similar pero en la prensa general, es decir levantar los diarios que había mucho material en La Nación, en Crónica, Clarín, y dio como resultado un trabajo importante  y después en base a esto que te contaba que habíamos viajado mucho a partir del ’96 a festivales internacionales progresivos.

Cuando vos viajabas en esas épocas  lo primero cuando sabían que eras argentino  te preguntaban por Crucis; entonces  fue la idea de Felipe, por qué no volcar la idea que hay post 90’ sobre Crucis en el marco progresivo en el mundo y ahí empezamos a levantar material sobre la prensa especializada de Progresivo desde  los ‘90par  acá y en los blogs  que hay hoy día,  donde hay profundos desarrollos análisis de los discos, opiniones  en medios de todo el mundo que consideran a Crucis una de las mejores bandas progresivas del mundo, no solo de la Argentina.

Esto dio  como colofón ya un libro de 300 páginas y después la frutillita del postre  fue preguntarle a los colegas de época, opiniones y a los periodistas  que  si bien teníamos sus testimonios,  nos gustaba conocer su opinión,  así charlamos con Kleiman, Ripoll, y montón de gente que  dio este trabajo que  fue apasionante armarlo, muy lúdico y que da como resultado un libro de  300 páginas donde además de toda la historia de la banda, hay un profuso análisis musical de la obra de Crucis, de los  dos discos, del simple no editado.

Viste que todas la bandas tienen un archivista,  y en Crucis fue el primer segundo baterista, Daniel Frenkel porque ellos grababan todos los shows que daban en  un cinta abierta supongo para corregir errores, y todas esas cintas las tiene el topo Frenkel y nos invitó a escucharlas con él  así que hicimos un análisis de todos los temas que no llegaron a los discos y que solamente  por ahí recuerdan los que vieron  los primeros shows de la época de la banda, de los cuales ya había algunos que después llegarían al disco,  todo ese material está analizado.

“Se va a acabar, se va a acabar la dictadura militar”…

Como curiosidad  te cuento una anécdota:   Hay una suite muy  bonita, fantástica  que se llamaba “Camino del diablo”, que el final de esa suite es el que después usó Charly para “Boletas, pases y abonos”,  atrás dice “agradecido final de este tema compuesto por Pino Marrone, que es un final crucial”, pone en el agradecimiento;  y es tal cual , el final de esa  suite  de Crucis  se les pidió permiso Charly y la  usó como final de Pases y abonos. Así hay este análisis de mucho material inédito de la banda, como la primera  suite de ellos llamada “Agonía  y Crucis”, que la escribieron el primer ensayo que tuvieron que fue  “El primer viernes santo”-semana Santa de abril del ’74,  ahí Gustavo llevó ideas que se transformó  en la primera  que completaron entre todos, que se llamaba Agonía Crucis, que no llego al disco y es fantástica, y es analizada por este libro.

Corridas de la cana por pegado de  afiches “sospechosos”

Quien lea el libro va a tener un panorama de Crucis desde su génesis hasta su final y con las consecuencias posteriores, además de material gráfico que nos dio cada uno de los músicos muy gentilmente, Daniel,  primer  tecladista que era el que hacía los afiches para pegar con engrudo en  las calles nos dio  los primeros  afiches que ellos pegaban lo mismo  Frankel, y todas esas fotos están en el libro además de ellos de cuando eran pibitos, pendejitos que las guitarras eran más grandes que nosotros… hay material muy lindo que poa gente conoce.

¿Cuánto tiempo te llevó hacer le libro?

Dos años y pico. Y fuimos ayudados por la pandemia porque aceleró. 

Yo también terminé por la pandemia un trabajo de  30 años. Y ya está en la calle.

 Tuve relación con Crucis en los principios de la banda además conservo algunos afiches de esa época y también  obviamente  con una de las bandas más grandes  que manejé que fue  “Madre Atómica”*, y recuerdo algunos conciertos de Crucis  con Madre Atómica inclusive uno en la Escuela de Villa Devoto y eran muy pibes, muy chicos realmente. Y eso de pegar engrudo, cuando yo organicé el primer recital de Madre Atómica en el Teatro del Centro, Rodolfo  Berle me hizo el diseño de los primeros afiches y los mandamos a hacer.

Agarramos una cuchara larga de esas de submarino, hicimos engrudo y salimos a pegar en las columnas,  después en la radio los cartelitos del concierto. Eso es totalmente como lo cuentan. Vengo de esa época,  te doy fe  absoluta de que es cierto que la cana  te corría porque no sabían lo que estabas pegando. Es más siempre el de pelo largo era sospechoso, no sé por qué.

Claro, básicamente, era el subversivo, el drogadicto,  que actuaba contra el ser nacional y todo lo que decían los milicos y la cana de esa época. Yo era muy chico pero me acuerdo que era tremendo el clima represivo de la época.

En el ‘81 todavía estaba la dictadura y yo producía una banda de los hermanos Arriba, hice los discos,  y nos juntamos todos después  en el Teatro  que está sobre Sarmiento. Ahí hicimos una presentación y cuando el primer ensayo nos juntamos en el bar de la esquina ingresa la policía nos pone de pie, nos palpa, y ahí estaban las guitarras y todo, y ya era año ’81, o sea no es que en los ’70 fue duro. Siempre  fue duro.

Sí, sí, siempre fue muy dura y brava la dictadura.

Y es bueno que  lo pongas como marco de referencia porque veo que siempre tiene que tener un contexto histórico  y también musical, creo que lo has hecho.

Sí, lo hicimos, ediciones importantes año por año de cada año relatado, el principio de cada capítulo amén de que  te cuento, el libro está dividido en capítulos de acuerdo a los hechos trascedentes de la banda pero además hay un inicio de año por año y en cada principio de año hay un panorama político de lo que se vivía  en la Argentina, el clima socio político y un detalle de las ediciones nacionales y extranjeras más importantes de cada año. Eso te da una idea de donde esta parada la banda, además algo que es muy importante porque los chicos  que no vivieron la dictadura  no entienden donde estaba parada la música, el rock, cual era la postura del rock como una resistencia.

Me acuerdo del “se va acabar, se va a acabar la dictadura militar”, antes de cada show ese era el canto obligado y los chicos no lo vivieron. Es importante que aquellos que  está lleno de fanáticos de Crucis, pibes chiquitos que tampoco escucharon la banda en época, que llegaron a la banda por los padres, que esos chicos vean cómo se gestó la cosa y por qué determinadas cosas   eran tan herméticas las letras en los ’70 porque si eras explícito no te publicaban el disco o ibas en cana. Tenías que  buscar una forma de decir las cosas sin que fuera muy evidente porque ibas preso o peor. Todo está reflejado para que puedan entender  qué era lo que estaba pasando.

Otra cosa que me gusta contar es  que el morbo te pregunta siempre por qué se separó Crucis. Hay una serie de razones, pero una que es muy importante, es el clima que se vivía en la época. Ellos dicen y lo recalca Aníbal, “nosotros por ahí tocábamos en un Luna Park para 20 mil personas y nos agarraba la cana  por el  pelo largo y nos perseguían y venían a la sala de ensayo y cuando íbamos de gira por el interior nos hacían bajar de los micros, nos  revisaban los equipos.” . Era imposible vivir de esa manera y crear  libremente. En todos ellos estaba  la idea de en algún momento irse del país, y tal es así que cuando explota el problema de la dictadura, cada vez se pone peor, se produce el éxodo de músicos argentinos  al exterior, Lito Nevia se va a Méjico, Gustavo a EE.UU. y después a España, se van  los Crucis  a EE.UU., León Gieco, Edelmiro Molinari, montón de gente.

..Ciro Fogliatta…muchos no volvieron, pero  hay algo que debe recordarse para que no vuelva a suceder, ya en el ’72 cuando Arcoíris sacó el single “Llegó el cambio”, -por el gobierno de Lanusse, y también habían prohibido una banda que se llamaba Contraluz que era muy buena. y conservo el single original.

Claro, por subversivo, “Indios sin prisión”, y desaparecieron al cantante. Ellos se juntaron con dos o tres integrantes  originales  en los ’90 e hicieron tres discos más con una formación remozada.

Igual no pegaron tanto como  el Arcoíris, iba mucho al departamento e Honduras, compartía mucho con Ara y cuando se separaron,  había mucha música argentina que no se podía difundir. Yo tenía sensor, había que llevar 48 horas antes para que el censor en la discoteca viera, y te lo tachaban… “este no”-así decían, el único que cometió el desliz de dejar una marca sobre la censura fue Carrera que era el asesor “literario” de la radio que grabamos un programa especial con todos los músicos  importantes de la argentina incluido el Momo Villegas, Ara, Gieco, en fin y hubo tramos que se hablaba de la cuestión social, de lo que pasaba en los ingenios de Jujuy, del hambre, y el tipo hizo un detalle, autorizó a los músicos, a los invitados, pero abajo puso “se prohíbe pasar entre cintas donde se hable de pin, pin, pin”.

 Es una de la pocas huellas que dejaron porque normalmente  te decían que no lo podías pasar pero nadie te ponía un sello, o te quitaban el disco.  El lunes yo dejaba el  paquete atado por cada día y cuando llegaba por la noche a la radio y te faltaba el disco que estaba prohibido.

Fue una época nefasta, negra…

Creo que muchas cosas que pasaron fueron positivas, porque hubo tanta ansiedad, y cuando pasa lo de Malvinas que la gente no se bancaba  más nada , los milicos se dieron cuenta que había un rock nacional que atrapa  multitudes quisieron ser nacionalistas cuando nunca  lo habían sido.

Claro, al prohibir la música en inglés, una aberración, una estupidez, logro ese efecto  big bang que fue que el rock nacional exploto en todas direcciones y se hizo masivo sin lugar a dudas.

Semioculta la música popular de vanguardia.

Fue una época esplendorosa el ’82, y después vino un bajón muy grande, como es este programa que son solamente los alternativos. Creo que hubo un retroceso, conciertos en pequeños lugares. ¿es así?

Totalmente, hoy en día la música de calidad de todos los géneros está en el  hender, músicos  no solo del rock progresivo cantautores como Andrea Ruiz, su hermana Florencia, Juan Ravioli  que son cantautores con un vuelo increíble, Bursaco que hacen tango electrónico, con rock, una cosa muy de alas..lo bueno está pero hay que ir a buscarlo al  hender, por eso hacía mucho hincapié  en el programa de radio  en las nueva bandas, hay que difundirlas  de todo el mundo es el fuerte, porque hay una gran camada, sangre nueva  que se ha sumado a la buena música pero hay que  buscarlas, no  están en los medios masivos  que están en vender fácil chorizos y embutidos, como ha sido siempre.

 Lo que pasa es que en los ’70 se vio la alineación de astros que hacía que la gente se preocupara mucho por leer, la cultura, eso era masivo y se complementó con la revolución cultural y montón de actividades que se concatenaron con el arte. Y estaba de moda la suite de hacer buena música, elaborar las letras,  el arte de tapa,  etc. Y como todo eso pasó se dieron cuenta que con tres pelotudos que no sabían tocar la guitarra pero subían a un escenario  y  vendían empezaron a meter eso y lo embotellaron y dio   lugar  a otra cosa, así seguimos hasta  este día con el grado de deterioro del paso del tiempo.   Lo bueno  va a seguir estando, hay músicos de jazz de primera, y hay que ir a buscarlos a youtube, a los pequeños teatritos, pubs que tocan para  40 personas. Esta ahí ahora la movida cultural de vanguardia.

Fueron tres años de trabajo, y ¿estás conforme con el resultado ?

Muy contento,  hemos leído el libro infinidad de veces porque es como uno siempre quiere agregar algo pero llega un punto donde no hay más que agregar, pero cuando uno  cree que ya terminó, empiezan las idas vueltas de corrección y lo volves a leer. Te puedo decir que te enganchas,  porque hay montón de cosas que la mayoría de la gente no conoce, por ejemplo un mito de cómo se fue José Luis Fernández de la banda y ni  Kleiman lo sabía.  Te dejas deslizar por la lectura, que creemos es muy amena y llevadera, además  hay montón de datos  sobre todo de la primera época de la banda que es muy interesante saberlo.

¿Estás compilando  también sobre las bandas grandes y pequeñas?

Estamos   haciendo un dossier final que se llama “Los protagonistas” donde estamos  haciendo una pequeña bio y datos principales de cada banda,  y no hablo solamente las desconocidas sino de aquellas que uno de nombre las vio pero no grabaron, por ejemplo  “Transfiguración”, “Madre  atómica”, de las progresivas de los ’70.

Tengo la única  grabación original de “Madre atómica”.

Bueno ese es un eslabón perdido del rock argentino, y la mayoría de la gente de oída pero no sabe cómo sonaba la música, cómo fue el desarrollo.

Tengo una grabación  de Tagliani, “Por los bosques …”es el tema  y tengo la original, de Crucis también cosas originales, un concierto completo de Carvalla en el viejo  auditorio Kraft, por ejemplo del año ’75,  y después materiales inéditos. El Masaille era mi Producción, con Lucho Masaille, Pablo Penayo, el Pulga Luciani y grabamos en Pana con Milito hicimos  una producción con Pedro Aznar que es inédito, nunca salió a difusión.

Te tengo que pasar los datos de Felipe porque a él le interesa editar esas cosas., por ahí se ponen de acuerdo.

Campeones en  producir, pero también en destruir la cultura.

Tengo mucho material. De la  audiencia que hice en   1400 programas de radio- que   fue uno de los programas íconos  de los ’70 de rock conservo una sola grabación, porque en esa época en la radio no te dejaban grabar, y es la visita antes del concierto al Luna  Park de “Invisible”, los tuve a los cuatro;  y le di una copia a Marcelo Fernández para el libro de Espineta. Marcelo me está empujando a que haga un libro.

Emilio tiene la idea desde siempre de hacer un Museo del rock nacional y no le dan bola porque tendrían que darle lugar para ser sede.  El  tiene la idea de recopilar todo ese material cintas, grabadoras, y hay muchos músicos que tienen en su poder cintas madres, que después  se pierden  . Hace muchos años quiere hacerlo. Es una lástima, deberían ponérsela pila porque la idea de Emilio es muy buena.

Daniel Ripoll había creado el Salón de la Fama que fue a un concierto en Buenos Aires,  y lamentablemente  no prosperó. Me parece que es  importante, y un gran recopilador es Lito Nevia, tiene muchísimos elementos.

Además como melómano,  así se reeditó el disco de  OM,  porque Lito tenía  un cassette de buena calidad casi intacto del material que ellos vendían en los conciertos,  y eso hizo que después lo editaran hace dos años atrás. Además él editó cosas maravillosas que muy poca gente conoce.

Editó al Mono Villegas, por ejemplo, a Goyeneche,  Adriana Varela en los principios. Un gran sello, un gran trabajo el de Lito Nevia.

El estado debería reconocer  a Lito, ayudarlo porque a veces lo hace, pero ese material no se debería perder, lamentablemente  en este país no se le da bola como merece la cultura. Deberían meterse  a rescatar el sello de Lito y montón de cosas.

Te cuento una anécdota que seguro conoces, que el INAMU liberó cintas para los músicos que puedan reeditarlas de las grabadoras que ya no existen así es como le liberó a Billy  Boy de La Pesada, los  discos, y cuando   Billy fue a editar no los tenía y pedía por facebook si alguno tenía un vinilo en buen estado para hacer el rescate y así se reeditó…

Los gatos Salvajes,  había un fanático que tenía un disco original nuevo y de ahí se sacó el disco. Yo invitaría a los funcionarios de Cultura, que vayan al Museo de Manchester y vean  la primer estación de  ferrocarriles de pasajeros que funcionó, está allá adentro,  todas las maquinarias de la revolución industrial cuando vos entrás al Museo funciona, y las cosas, esa es una manera de reivindicar la cultura, porque si bien la nuestra es una cultura joven   200 años de vida, hay muchos  hechos trascendentes  en la Argentina que se han perdido.

Cómo puede ser que no conserven las cintas de ATC que   les grabaron encima así se perdieron   muchos, está disponible ahora en internet  gracias a los fans que alguno lo grabó en VHS, otro lo reconstituyó, otro le trabajo el audio, así todo. No hay nada  si no fuera por los fans no habría nada en este país. 

Hice una exclusiva con Marcelo Mastroianni cuando vino a hacer   “De eso no se habla”, que no daba exclusiva y conseguí la nota, o sea tuve la suerte de que le pegue justo, y  imaginate  figura mundial, bueno  el Canal tuvo mucha repercusión, la pasan y a los dos días voy a pedir  la copia al archivista y me dice: no, la borré porque   quién es ese Mastroianni…y la borraron…

Sí, somos campeones en destruir la cultura.es una vergüenza.

La preocupación que me viene es que había un gran Museo de radio y cuando falleció el propietario la familia se desprendió del museo, inclusive a un colega mío que era muy allegado a él, le regalaron algunas radios, pero vendieron todo. Nadie se hizo cargo porque la familia no tenía dinero para tener en un local la cantidad de radios que había juntado  el hombre.

Me temo que pase eso con el archivo de Badía. Gustavo me cuenta que Badía tiene el concierto del Luna Park de Crucis grabado en súper 8 eso se podría editar con una calidad de audio  altísima pero lo tienen los herederos de Badía, y podría perderse. Todas esas cintas requieren de un cuidado, temperatura, humedad, porque si no se pegotean y arruinan. Es una pena que se pierda porque  al estado no le importa la cultura.

Estuve en el concierto, lo vi con Jorge Álvarez. Inolvidable, Luna Park

Ahí hubo un problema con el testamentario, ahí hubo un problemita legal.

Tengo una grabación, el día del recital de  Joe Cocker * cuando él  sin darme cuenta, yo tenía un grabador de esos  de tecla y llevaba una cartera  y  no sabía que estaba prendido el grabador, entonces él que me conocía porque ya le hacía hecho unas notas, y lo grabo hablando pestes del rock al tipo.

Claro, a él no le gustaba, lo alquilaba porque era un negocio y vivía de eso, pero acordáte  de los incidentes de Billy Boy, siempre  decía que le rompían todo, no entendía que el rock era un fenómeno contestatario a la dictadura que se vivía, nunca lo entendió, y era una persona más grande…

Lo interesante es que nos gusta el rock y vamos a hacer lo posible a ir juntándonos.   Me dediqué  muchos años a hacer otro tipo de periodismo,  pero nunca me alejé de la música, siempre  la música de mi radio es rock, lo importante es que nos vayamos encontrando y podamos intercambiar ideas y proyectos.

Seguramente, y los libros sirven para rescatar una banda, por eso celebro todo este tiempo que se han hecho  fantásticos  libros sobre Invisibles, Almendra, Miguel Abuelo, sobre Cantilo, Tanguito, en fin, hay que rescatar las bandas, que los chicos conozcan  bandas que por ahí no pudieron ver,   lo que no hace la cultura nacional, lo hacemos los emprendedores privados.

La presentación  del  Crucis,  contó con  un make in off  en el canal  “El retorno del gigante”,   donde con Felipe Surkan el coautor  junto  conmigo del libro contamos  cómo se hizo el libro intercalado con algunas imágenes y cosas de época de Crucis y opiniones de los músicos, saludos que nos mandaron, etc.  Son 16 minutos donde la gente se da cuenta de qué  trata el libro.  La presentación formal del libro  se hizo en la Feria de discos de Parque Centenario en la Calle  Leopoldo Marechal  casi en la entrada del antiteatro.

Esta ha sido una charla muy fructífera para nuestra música, bienvenido tu nuevo libro de rock. Es muy importante reivindicar y no olvidarse del contexto histórico. Me impresionó el Museo de los Beatles porque tiene  todo el contexto musical de la época, y eso es importante. Te felicito por la idea del libro. Vale la pena.

Un placer para mi, agradezco que te interese esta iniciativa que parte desde el amor hacia Crucis y al rock  en general –concluyó Gustavo Bolasini-

Pie de Nota:

1-Crucis:  fue una banda argentina de rock progresivo formada en el año 1974 en Buenos Aires. Es   considerada como una de las bandas pioneras y más prominentes del rock progresivo en español.La consagración tan rápida de esta banda de rock sinfónico fue un caso atípico en la música nacional.

2-Pino Marrone: guitarrista y  músico de rock y jazz argentino. Grabó con   Crucisel álbum “Los delirios del Mariscal”.

3-Gonzalo Farrugia:Fue un baterista uruguayo miembro de los grupos Psiglo, Níquel, Porsuigieco y Crucis.

4-Aníbal Kerpel. Es un productor, ingeniero y mezclador argentino miembro de la banda de rock progresivo Crucis.

5. Madre Atómica- «Madre Atómica» fue una banda de jazz rock argentina que vió la vida en 1973. Este trío realizó pocas presentaciones en vivo.

6- John Robert Cocker:  más conocido como Joe Cocker, ​ fue un cantante y músico de rock, blues y soul británico. Conocido por su voz áspera y por el gran sentimiento que ponía en sus interpretaciones, centró parte de su carrera musical en versionar canciones de otros artistas, particularmente de The Beatles.

  • Esta nota integra el libro de próxima aparición «El Rock que yo viví» de Edgardo Miller